Si sus familiares hubieran conseguido a tiempo un tubo al 9% para practicarle una traqueotomía, así como algunos medicamentos, antibióticos, antihipertensivos y anticonvulsionantes, Dilcia Salcedo, quien se encontraba internada en el Hospital Central Antonio María Pineda, aún estaría con vida.
“Pero en Venezuela, la crisis de salud, concretamente de medicamentos, que estamos confrontando, sigue provocando muertes y el gobierno lo único que hacer es celebrar reuniones y prometer, pero no soluciona nada”, afirmó Martín Páez, su sobrino.
Dijo que su tía tenía 65 años por lo que aún le quedaba mucho por vivir, pero, a pesar de la buena atención que recibió por parte del personal medico y paramédico del hospital, no pudieron salvarla por falta de medicamentos.
Desesperadamente, explicó, la familia salimos a buscar Tegretol, Valprón, Valcate, para que los médicos pudieran recuperarla pero no fue posible pues cuando llegaron procedentes de otra ciudad ya era tarde.
“Estamos en una situación de emergencia médica y el Gobierno está en la obligación de pedir ayuda a otros países para que no siga muriendo gente, como Dilcia Salcedo y muchas otras personas de las que no tenemos conocimiento”, afirmó.
Dijo haber sido testigo de personas que en las farmacias a las que acudieron durante las últimas horas, llegaban con récipes médicos y no encontraban ninguna de las fórmulas recetadas.
“Si esto no es crisis, si esto no significa crisis, qué lo será para el diputado Sanguino que negó la existencia en Venezuela de una alarmante situación por falta de medicinas que los laboratorios no están produciendo por falta de divisas para adquirir en el exterior los insumos necesarios para elaborarlos”, cuantas personas más tendrán que morir para que ese diputado acepte la realidad de lo que está pasando?, se preguntó Páez, dolido por el fallecimiento de su familiar.