El Seminario Divina Pastora, con más de 40 años, es el único centro de formación sacerdotal y diocesano del estado Lara, del cual han egresado más de 350 párrocos.
Actualmente, en las instalaciones del instituto se forman 50 jóvenes, quienes se preparan en filosofía y teología por tres y cuatro años respectivamente. Previamente, se imparte un propedéutico o curso introductorio de doce meses para un total de ocho años, explicó el padre Gabriel Trejo, vicerrector de Filosofía del seminario desde hace un año y tres meses, cuando se ordenó sacerdote.
Los jóvenes reciben en un primer momento la orden diaconal y luego de seis meses la orden sacerdotal.
El seminario está a cargo del padre Juan Carlos Guevara, rector de la institución. Luego están los dos vicerrectores, Trejo y el padre Julio Zavarce, de teología. Asimismo, está el director espiritual, el padre Gabriel Peña, quien evalúa si un aspirante puede o no continuar.
El director espiritual es el encargado de las confesiones y se reserva todo aquello que el aspirante le pueda comunicar, de lo contrario, rompería el sigilo sacerdotal.
Están otros dos sacerdotes, Jonathan Cárdenas y Luis Almao, quienes se encargan del propedéutico, el cual se imparte en el seminario Juan Pablo Segundo, al lado del Cotolengo.
Estudian
Se forman jóvenes de Acarigua, Valle de la Pascua, Carora y Barquisimeto. Siete están en el propedéutico y 43 son seminaristas. Anualmente, se ordenan unos cinco muchachos.
Cómo acercarse
Aquellos jóvenes que sienten el llamado de Dios o sienten la inquietud de ordenarse como sacerdotes pueden acudir al Proceso de Pastoral Vocacional que se realiza todos los sábados de 9:00 a 1:00 de la tarde a lo largo del año.
“Todo aquel muchacho que tenga esa iniciativa vocacional viene y aquí lo recibimos con charlas, actividades espirituales y pequeños retiros. No implica un compromiso, sencillamente le aclaramos la vocación y si al final decide marcharse no hay ningún problema. Además, es gratuito. Se requiere que sean mayores de 18 años o cercanos a cumplirlos y bachilleres por tanto se trata de estudios universitarios”, añadió Trejo.
Reiteró que al principio se les orienta, se les ilumina el camino.
“Nuestro objetivo no es netamente captar jóvenes para que se ordenen, queremos que estén claros porque eso nos va a garantizar a nosotros como Iglesia que ese muchacho puede ser parte de una familia santa. Para nosotros también es importante formar buenos esposos y personas, fieles a la voluntad de Dios. Se les habla de la vocación en general, de la vida consagrada y la vida sacerdotal. Después de unos cuatro meses el proceso se torna hacia el camino sacerdotal, se empieza a meditar y se profundiza en ese camino. Ahí el joven ingresa al propedéutico”.
Día a día del seminarista
Un seminarista se levanta a las 5:30 de la mañana. A las 6:00 a.m. asiste a la capilla de Teología o Filosofía. En esas áreas meditan mediante el oficio de la lectura, recitan y oran a través de los Salmos. A las 6:15 a.m. realizan una meditación personal y de 6:30 a 7:20 participan en la eucaristía. Luego desayunan y al finalizar se dirigen al instituto, donde comienzan a las clases a las 8:10 a.m.
Terminan sus actividades académicas a diez para las doce del día. Al llegar al seminario y en comunidad hacen el Ángelus u oración a la Virgen María. A las 12:00 del día almuerzan. El descanso se extiende hasta la 1:30 de la tarde, hora del estudio personal hasta las 3:30 p.m.
Seguidamente, realizan una merienda. De 3:45 a 4:45 p.m. se produce el mantenimiento del seminario.
Hay una distribución de las actividades de mantenimiento. Cada grupo se encarga de un área.
Las actividades deportivas siguen en la agenda del seminarista, sin excepciones.
A un cuarto para las 6:00 p.m. van a las duchas y a las 6:15 se sirve la cena. Al finalizar colaboran con el aseo de los platos. A las 7:00 p.m. tienen lugar las vísperas, otro momento importante en el cual se ora, medita y realiza el rosario.
A las 8:00 p.m. los jóvenes se retiran a su estudio personal a fin de finiquitar sus tareas. A las 9:10 p.m. cesan todas las actividades y se efectúan las completas, otro lapso de oración. A las 9:30 p.m. todos retornan a sus habitaciones que son individuales.
Los sábados y domingos los jóvenes cumplen con varias pastorales. Algunos van al hospital, otros se encargan de atender a los jóvenes que se acercan al seminario.
Los que forman parte del curso de Teología acuden a las parroquias que se les asignen para impartir charlas. Los candidatos más avanzados deben permanecer en contacto con la parroquia y la comunidad. Los de cuarto año del instituto se van el sábado y regresan el domingo.
Los domingos se encargan de sus habitaciones y lavar su ropa.
Normas
En los cuartos de los seminaristas no hay televisores, tampoco aire acondicionado. Para el entretenimiento el seminario tiene un salón con televisor, mesa de pingpong y dominó, lo cual tiene su horario que cumple los sábados y domingos.
Existe una libertad con disciplina, acotó el padre.
“Hay normas, sin embargo, no permitimos que estén alejados de la realidad ya que el sacerdote es la primera persona que debe estar actualizada en cuanto a noticias y entorno. Los muchachos tienen alcance al periódico y televisor”.