Aunque debió esperar hasta la recta final del compromiso para mover la pizarra, el Deportivo Lara cumplió el objetivo de ganar en casa, después de imponerse por 2-0 al Monagas SC, en duelo de la cuarta jornada correspondiente al torneo Apertura 2016, disputado en el estadio Metropolitano de Cabudare ante escaso público, que le dejó como enorme recompensa subir al segundo lugar de la clasificación.
El argentino Tulio Etchemaite emergió del banco de suplentes en el segundo tiempo para cambiarle el rostro al compromiso y facilitar la tarea de vencer la resistencia del conjunto monaguense, bien plantado en defensa durante buena parte del compromiso, pero que en la fase final pagó tributo al esfuerzo realizado por la presión que ejerció en campo rojinegro desde el pitazo inicial.
Etchemaite, en su segundo desafío como integrante de la oncena crepuscular, inauguró el marcador al minuto 70 con un remate cuando caía por el primer palo y tras un servicio a media altura de José Caraballo. Instantes luego, fracción 77, el argentino incursionó en el área y fue derribado por un rival, para provocar un penalti que luego fue transformado de manera correcta por Heiber Díaz Tovar para clavar la estocada.
Es la segunda victoria del equipo dirigido por José Alí Cañas en el certamen, ambas en condición de local. Acumula ya siete puntos de doce posible y aparece en la segunda plaza de la clasificación, detrás del líder Zamora, que enseña el camino con 13 unidades.
Etchemaite, que había hecho su debut con el rojinegro en la pasada fecha, se quedó sorpresivamente fuera de la alineación abridora, ante la decisión de Cañas de jugársela con Antonio Romero como segunda punta, en busca de mayor movilidad y rapidez. Fueron dos los sub20 que salieron en la formación inicial del DT del cuadro crepuscular, toda vez que también apareció entre los once de entrada el defensor Elián Guillén, como pareja en la zaga de Leo Falcón.
En la formación de Monagas también hubo sorpresas. Aníbal Hernández, que venía de marcar doblete en la goleada sobre Estudiantes de Mérida, no entró desde el inicio y solo vio minutos en el cierre del careo. Puede que su entrenador, Edwin Quilagury, lo haya sacrificado para ganar más en la marca, toda vez que se presentó en el rectángulo de La Campiña con un esquema de cuatro defensores, tres volantes defensivos, un medio creativo y dos atacantes, con la intención de entorpecer el juego de los crepuscular en el mediosector.
De hecho, con la presión que ejercía en tres cuartos de cancha hizo lucir incómodo al conjunto crepuscular, al no encontrar la manera de tener una salida limpia y tejer jugadas de peligro desde su misma trinchera.
Así las cosas, le costó al rojinegro generar ocasiones de gol en la primera mitad, aunque terminó con dos tantos anulados, uno por posición adelantada de Rubén Arocha y el otro por infracción dentro del área de Díaz Tovar antes de levantarse para cabecear.
Al inicio del segundo tiempo, una buena acción de Romero provocó la más clara del conjunto crepuscular, pero Díaz Tovar falló en la definición, al rematar muy suave y a las manos del portero Pedro Caraballo, cuando tenía todo a su favor para marcar.
Visto que el ataque no trascendía, Cañas decidió mover el tablero y apeló por Etchemaite y Caraballo, al minuto 54, por Romero y el brasileño Lucas Baldin.
El movimiento surtió efectos, porque al minuto 70 estos dos jugadores se combinaron para fabricar el primer tanto del Lara. Caraballo centró desde la derecha y Etchemaite, que anticipó al defensor, remató por el primer palo, para vencer a un Caraballo que, tímido en la salida, quedó a mitad de camino.
Después, al 77, Etchemaite, con algo de astucia, generó una falta dentro del área que se convirtió en penalti y le dio a Díaz Tovar la oportunidad de anotar y sellar un tanto que ponía el encuentro en el congelador.
La tropa crepuscular, que lleva tres partidos sin recibir goles, visita en la próxima fecha al Petare.