Genover Cortes Gaviria (39), desde hace un poco más de un año visitaba la comunidad penitenciaria Fénix, donde tenía un familiar recluido. La mañana de ayer no pudo llegar a verlo, pues a las 6:15 unos delincuentes le segaron la vida, en la calle 14 de Valles de Uribana, al norte de la ciudad.
Tenía una rutina
Cortes Gaviria, acudía una vez al mes a Fénix, cuando le tocaba la visita a su familiar que se encuentra en el área de reflexión, identificada por otros de aislamiento. En ella se encuentran alrededor de 130 internos, algunos extranjeros y otros con buena posición recluidos en esa parte.
El hombre quien es nacido en Colombia, acostumbraba llegar a las 9 de la mañana el día de la visita, y acompañado de sus escoltas, siempre tenía una rutina.
Primero llegaba un vehículo, seguido de una moto blanca, dicen algunas personas que supuestamente eran sus escoltas, quienes observaban como estaba el panorama, daban algunas vueltas y posteriormente aparecía Cortes Gaviria con sus familiares distribuidos en tres vehículos. Siempre eran distintos, algunas veces carros, otras camionetas.
A una casa rosada, que se encuentra a metros del penal, en la que se dejan las pertenencias, iba El Colombiano. Era cliente fijo, su primera parada era en esa vivienda, se colocaban sus franelas blancas, blue jeans y sandalias o chancletas de plástico, vestimenta que es exigida en la cárcel para visitar a los familiares. Sus escoltas los trasladaban hasta la puerta de Fénix, para pasar de una vez, posteriormente ellos guardaban el vehículo en la casa rosada y unos también entraban a la visita.
Nunca vieron caminar por la zona a Cortes Gavidia, e inclusive si iba a comprar algo lo hacia en su carro.
El Colombiano, el martes cambió totalmente su rutina, está vez no llegó a un hotel como siempre lo hacia, tampoco cargaba escoltas, se fue directamente a Valles de Uribana, andaba en un carro blanco nuevo y al amanecer se vistió, comenzó a caminar, iba a hacer la cola para entrar a Fénix.
Al menos una cuadra había caminado, cuando apareció un Chevrolet Aveo blanco y sorprendieron a Cortes Gavidia, disparándole en seis oportunidades. Un tiro en el brazo derecho, un disparo en el cuello, rostro y pecho hicieron caer al colombiano en una canal que está del lado izquierdo de la vía, a escasos 300 metros de la cárcel de Fénix fue el ataque.
Los asesinos se fueron y quienes estaban en la parada corrieron. No hubo quien auxiliara al hombre, quien murió en cuestiones de segundos.
Un solo familiar
Trascendió que al rato de haber ocurrido el crimen, al lugar llegó una camioneta Runner negra, en ella andaba un conocido, un hombre alto moreno, decían que era uno de sus escoltas, en ella también llegó una mujer rubia, la única que lloró a la víctima fatal, pero la dama entró a la visita.
Una persona de la zona, le quitó las pertenencias como cartera, llaves del vehículo blanco en el que andaba El Colombiano y fueron entregadas a sus conocidos.
Posteriormente el vehículo blanco fue sacado del lugar.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) acudieron al sitio del suceso. Encontraron el cuerpo de la víctima fatal que estaba boca abajo, había sido tapado con una sábana y alrededor estaban cuatro conchas percutadas de una pistola calibre 9 milímetros, además de un proyectil, las cuales fueron colectadas.
Los sabuesos revisaron de forma minuciosa una a una las heridas, hicieron la planimetría del sitio y por más que trataron de hablar con algunas personas que allí estaban, todas indicaron que no sabían nada del Colombiano.
Su cuerpo fue levantado por los investigadores y trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, se conoció que el mismo estaba residenciado en Valencia, y aunque a Fénix venía una vez al mes, a la comunidad lo hacía de forma constante e inclusive ayudaba a algunas personas en ella. Trascendió que en el mes de diciembre colaboró con regalos y algunas cosas para una fiesta que se le realizó a los niños de la zona.
Según una lista publicada por la Dirección de Impuestos y Aduana Nacionales de Colombia, Cortes Gavidia, tenía registrada dos empresas en Calí, bajo los nombres de: Comercializadora de Metales de Colombia-Ccometcol y Metalcenter, las cuales fueron supervisadas y no se encontraban funcionando en las direcciones dadas y luego de algunas investigaciones, el 14 de junio del 2013, fueron declaradas proveedor ficticio, además de realizar ventas simuladas e inexistentes.
El Colombiano, posee una cédula de extranjero, en el que su condición es de transeúnte sacada en el mes de diciembre del 2015 y tenía un año de vencimiento. Aún no aparecía como residente aunque aparentemente tenía más de dos años en el país.
Hasta ahora funcionarios del cuerpo detectivesco no descartan hipótesis alguna, apenas comienzan con las investigaciones.
