La noche de este domingo se suscitaron tres crímenes en La Paz, zona oeste de Barquisimeto. Las víctimas son jóvenes de 16, 17 y 19 años de edad.
El primer hecho ocurrió en la parada de la Ruta 13, los muchachos de 16 y 17 años regresaban de compartir con otros amigos del liceo de La Paz, en una piscina. Cuando caminaban por la zona, desde un carro les dispararon.
Los vecinos aseguran que se trata de un Chevrolet Aveo. Los familiares dicen que eran jóvenes sanos, ambos estudiantes, aseguran que no es una venganza sino gatillos alegres que mantienen azotada la zona.
Eduardo Túa, padre de uno de los jóvenes, manifestó que el menor de sus hijos era un muchacho bueno que no merecía morir de esa manera, tenía un buen porvenir, “yo le sacaba las palabras de la boca porque era muy callado y tranquilo” aseguró.
Piensa que por el crimen de su hijo y su amigo no habrá justicia, “la ley es la plata, en el barrio a cada rato agarran a los delincuentes y al rato andan en la calle otra vez porque pagaron” dijo.
30 minutos después
La noticia del doble homicidio corrió de boca en boca por los habitantes del sector. La señora Dilenna Rojas llamó por teléfono a su hijo Henry José Duarte Rojas (19) para avisarle y pedirle que tuviera cuidado. “Hijo cuidate mucho, en la calle hay dos muertos, mejor enciérrese” le dijo al muchacho que vivía con su abuela allí en La Paz.
Según contó la señora Rojas, él le dijo que estuviera tranquila, le pidió la bendición, le recordó que la quería y colgó.
“No pasaron ni diez minutos cuando me llamaron al celular para decirme que me mataron a mi hijo” dijo entre lágrimas la progenitora.
Henry José estaba en el frente de la casa de su abuela, junto a una tía y dos primas menores de edad, cuando desde un Fiat color vinotinto le dispararon, ocasionándole la muerte.
La víctima había llegado el miércoles 10 de febrero de Tucacas, estado Falcón. Allá estaba trabajando como albañil en una constructora, pasó una largo período pero se regresó porque terminó el contrato.
No descartan vinculación
Las autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas iniciaron las averiguaciones de los dos casos por separado, pero no descartan una posible vinculación, puesto que los crímenes se cometieron a pocas cuadras de distancia y con escasa diferencia de tiempo.