Lionel Messi atrajo la atención del fútbol mundial cuando en vez de patear un penal al arco rival desplazó la pelota a un costado para permitir que su colega Luis Suárez entrara como una tromba y anotara contra Celta de Vigo en un partido de la Liga Española.
La jugada dividió las opiniones, ya que mientras algunos se asombraron, se divirtieron y la consideraron parte del espectáculo del fútbol, otros la consideraron una falta de respeto para el adversario.
“No me parece una falta de respeto”, afirmó el volante barcelonés Andrés Iniesta. “Es inusual, pero puede hacerse así. Siempre hemos respetado a nuestros rivales y a los adversarios. No creo que debiera haber un debate sobre esto”.
La jugada ocurrió cuando Barcelona vencía el domingo por 3-1 en el Camp Nou, y finalmente se impuso 6-1.
“Me fastidié porque anotaron y no por el modo en que lo hicieron”, comentó el defensor argentino Gustavo Cabral del Celta.
El técnico del Celta, el argentino Eduardo Berizzo, afirmó que fue un modo “diferente» de cobrar el penal, nada más”.
Por su parte el técnico de Barcelona, Luis Enrique, admitió que a algunos puede no agradarles la jugada, “pero es legal”. Agregó que sus jugadores siempre piensan en el espectáculo y no solo en ganar partidos y títulos. “Yo no lo hubiera hecho así porque pisaría la pelota y me caería”, dijo Enrique, exvolante del Barcelona.
A los aficionados locales por cierto les encantó, y la imagen de la jugada se multiplicó vertiginosamente en las redes sociales. Barcelona dijo que lanzó una campaña en Twitter, Facebook e Instagram para bautizar el penal.