La detención, en sitios diferentes, de dos oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales transportando sendos cargamentos de droga en vehículos camuflados con logotipos de la institución castrense, causa alarma.
Así lo expresó la Dra. Rocío Sanmiguel, presidenta de la organización no gubernamental Control Ciudadano por la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, al ser consultada telefónicamente desde la redacción de EL IMPULSO.
Considera preocupante estos hechos porque significa que abiertamente algunos militares están inmersos en el narcotráfico.
Estamos en presencia de una situación absolutamente dolorosa para el país, ya que la institución castrense ha sido penetrada por la delincuencia.
En primer lugar, dijo, llama la atención que las detenciones de esos oficiales se hayan producido en regiones cercanas a la frontera con Colombia, precisamente cuando está bajo el control absoluto de efectivos militares como resultado del estado de excepción decretado por el Ejecutivo Nacional, precisamente para combatir los delitos que se vienen registrando en esa zona.
Evidentemente, en primer lugar, se pone de manifiesto una complicidad entre los uniformados cuando pueden desplazarse desde diferentes sitios para transportar drogas.
En segundo término, la situación que se presenta con la detención de estos oficiales involucra a efectivos de la Fuerza Armada en el tráfico de drogas como un negocio que genera enormes ingresos en forma ilegal.
Y en tercer lugar, se presume que ha surgido otro cartel distinto al que se ha venido denunciando que existe en la Guajira y al que según otras denuncias ha venido operando por el aeropuerto de Maiquetía y los estados fronterizos con Colombia, especialmente Apure.
A estos aspectos hay que agregar que todavía no ha existido interés alguno por parte del Ministerio de la Defensa, y mucho menos por parte de la Fiscalía General de la República, por investigar quiénes son los verdaderos capos de los presuntos carteles que supuestamente están siendo dirigidos por militares.
Desde hace tiempo debió procederse a determinar con claridad todas las denuncias que se han venido haciendo, tanto dentro como fuera del país, de la existencia de estos carteles, sobre todo porque la institución armada está obligada a velar por la seguridad de las personas y los bienes, y no que algunos de sus miembros se involucren en hechos delictivos tan graves como el narcotráfico.
-¿Cómo puede confiar la población en una institución atrapada por la corrupción?
-Una cosa es la corrupción y otra el narcotráfico. El problema de la corrupción no ha podido ser resuelta por el Gobierno. El Presidente de la República sigue creando compañías anónimas para la Fuerza Armada Nacional, entregándole cuantiosos recursos y sin exigir la presentación de cuentas. El narcotráfico, por otra parte, ha penetrado en la institución porque no ha habido interés para investigar cualquier denuncia que se haga en torno a los efectivos de cualquiera de las ramas castrenses.
-¿Cómo se explica que la fiscal general, tras la detención de esos dos oficiales, haya dicho que deben depurarse los cuerpos policiales?
-Se le aguó el café a esa funcionaria cuando se enteró de los casos. Porque ella se ha caracterizado por ser ciega, sorda y muda ante la comisión de delitos. No se ha ocupado de investigar ninguna de las denuncias hechas sobre el narcotráfico en los que se involucra a las fuerzas armadas.
Ojo, esos casos de militares no pueden ser sometidos a la justicia militar, porque son delitos comunes y muy graves que corresponden a la jurisdicción penal ordinaria. Y debe comenzar ya a investigarse quiénes están detrás de los que hoy se encuentran detenidos. De ahí se puede llegar a determinar quiénes los delataron, porque, presumiblemente, aquí pudiera existir una pugnacidad entre los presuntos carteles en los que se encuentran involucrados militares.
Ambos militares son del Ejército
Según el Ministerio de la Defensa, los detenidos por traficar drogas son: el mayor técnico Juan José Sorja Ojeda, adscrito a la 93 Brigada Caribe Especial de Seguridad y Desarrollo “General en Jefe Ezequiel Zamora”, del Ejército Bolivariano, en el estado Barinas; y Primer Teniente Yorsán José Ojeda Páez, perteneciente a la Estación Metereológica de Inteligencia del Comando Estratégico Operacional de Varilla Blanca, Guajira venezolana.
Sorja Ojeda fue detenido en el puente El Quebradón, municipio Tulio Febres Cordero, del estado Mérida. Transportaba 503 kilos de cocaína procedente de Casigua El Cubo, estado Zulia, en el doble fondo del chassis de un vehículo tipo Man, que de acuerdo con información de Defensa, había sido desincorporado de los bienes nacionales de la Fuerza Armada y acondicionado por los delincuentes. Con el militar también fueron apresados, trajeados con uniformes del Ejército, Franklin José Urbina, Henry Antonio Méndez Mendoza, Ismael Suárez Gómez, Michael Josué Nieto Campero, Miguel Ángel Peñaloza Romero y Ramón Ostos Vilas.
Por otra parte, Ojeda Páez, quien conducía un Hilux, que tenía un rótulo de CFOFANB, fue detenido por funcionarios de la Unidad Regional Antidrogas en combinación con el Destacamento 111, en Punta de Piedra, cerca del puente sobre el Lago de Maracaibo, estado Zulia. Transportaba 400 kilos de marihuana y diez de cocaína en quince cajas de cartón en la parte trasera del vehículo.