Pompeyo Marques es un hombre con 80 años en la política, pues su carrera inició 1936 cuando se inscribió en la Federación de Estudiantes de Venezuela, para luego unirse a las filas del Partido Comunista de Venezuela. Fue el primer y único ministro de frontera que tuvo Venezuela, durante el segundo período presidencial del doctor Rafael Caldera que va desde 1.994 hasta 1.995. Durante su gestión impulsó la fundación de Ciudad Sucre que permitió el poblamiento venezolano en la zona frontera del municipio Páez de Apure.
Hoy mucho menos activo en el campo político, pero con una amplia visión sobre el tema, cree que el gobierno Chávez-Maduro nada ha hecho en 17 años por desarrollar la frontera.
Considera que las faltas de políticas hacia el eje fronterizo obedece a que el alto mando militar venezolano está involucrado en el narcotráfico que sale de Colombia y que atraviesa la frontera para usar a Venezuela como puente para llevarlo a otros países o continentes.
Está convencido de que es justo y necesario investigar a los militares que son señalados por la DEA de narcotraficante para limpiar el nombre de Venezuela y de las Fuerzas Armadas.
Sostiene que para esos militares el destino debe ser la cárcel con una pena justa. Señala que en ningún país del mundo las fronteras se cierran, al contrario se desarrolla para erradicar problemas como el narcotráfico y el contrabando.
¿Cómo es la situación en la frontera colombovenezolana?
Muy grave, hay una situación que no tiene razón de ser, a lo largo de estos 17 años de gobierno chavista-madurista-cabello, que no hay solución ni garantía en la frontera y cerrarla no es la solución. Hay Una serie de mecanismos que fueron suspendidos totalmente por este gobierno, entre esos mecanismos estaba la reunión de los gobernadores fronterizos, de los legisladores y acaldes fronterizos de la pequeña y mediana empresa fronteriza, del transporte binacional; eso ya no existe. Es decir que había una serie de mecanismo que había adelantado un programa de alfabetización, había una política y había una visión de que la patria comienza en la frontera. Había un anillo fronterizo, eso hoy no existe.
¿Cómo debe ser la frontera?
Hay un elemento clave, los problemas fronterizos no son solos militares, sino que tienen que ser militares, económicos sociales, culturales, educativos. Hay más de 30 problemas identificados en la frontera con Colombia y lo único que ha hecho este gobierno en 17 años es cerrar la frontera por cuatro meses, porque este gobierno no quiere a la gente fronteriza y lo que hace es maltratarla y humillarla. Urge una política que incluya todos estos aspectos que lleven a Venezuela y Colombia al entendimiento, que haya una política binacional.
¿Cómo ve el proyecto de Ley de Desarrollo Fronterizo?
Hay que establecer una moda constitucional, la aprobación de la Ley de Frontera debió hacerse al año de la aprobación de la Constitución Nacional de 1.999, todo lo contrario ahora es cuando se está creando una ley que debería ser producto de la discusión con los factores que tienen que ver con el problema fronterizo, no sabemos que contiene esta ley. Este gobierno se caracteriza por no cumplir las leyes ni la constitución vamos a ver qué sucede con esta ley. Lo lógico es que la ley sea el fruto de un entendimiento en la zona fronteriza y no una imposición.
¿Eso incluye a los colombianos?
Claro, la frontera es binacional. Tiene que tener un anillo especial de desarrollo integral como lo habíamos planteado nosotros.
¿Por qué entra tanto narcotráfico y sale tanto contrabando por la frontera colombo-venezolana?
Venezuela se ha convertido en un tránsito del narcotráfico, precisamente de la ubicación en el país de estos carteles, de ahí salen cargamentos para Canadá, Estados Unidos y Europa; y esto ocurre porque hay militares que están comprometidos con el narcotráfico.
¿Debe investigarse esta situación?
Evidentemente tiene que investigarse y debe haber un castigo, no puede haber impunidad, los que están señalados por la DEA con pruebas en las manos, incluso los grupos de militares que han sido señalados deben ser penados y así lograr una política fronteriza que permita la revisión de la realidad con el narcotráfico y el contrabando.