Un juicio federal en Estados Unidos por una demanda de 100 millones de dólares contra Venezuela incluye acusaciones de fraude, indicios de una conspiración penal internacional y referencias a diamantes, bonos basura alemanes y un misterioso incendio en una casa en Suiza. El juicio comenzó la semana pasada ante el juez federal Edmund Sargus y se espera que dure de cuatro a seis semanas.
En el centro de la querella de 2004 están letras de cambio de hace 30 años emitidas por un banco gubernamental venezolano ahora desaparecido.
Venezuela ha confirmado que las deudas pertenecientes a un banco de desarrollo agrícola conocido como Bandagro son obligaciones del gobierno y deben ser pagadas, dicen abogados de Skye Ventures en Columbus, donde se realizó la compra de las cartas en 2004.
«Este caso es simple: Es sobre la negativa de un banco a pagar sus deudas», dijo Charles Cooper, un abogado que representa a Skye Ventures, en un documento ante la corte que resume los argumentos de los inversionistas.
Abogados por Venezuela dicen que las letras de cambio son falsas con firmas falsificadas y nunca fueron garantizadas por el gobierno.
«La evidencia mostrará no solamente que las supuestas cartas son falsas, sino que el demandante busca capitalizar un largo fraude internacional», dijo Albert Lucas, un abogado que representa a Venezuela, en su resumen de los alegatos venezolanos.
La legitimidad de las cartas de cambio es el eje del caso, que incluye más de 700 documentos individuales y miles de páginas.
Skye Ventures dice que basó su decisión de comprar las cartas en una opinión en 2003 por el fiscal general venezolano y un reporte ese mismo año por el Ministerio de Finanzas que dijo que las notas eran válidas y debían ser pagadas.
Venezuela dijo que la opinión y el reporte no eran vinculantes y que Skye Ventures tenía toda razón para saber que las cartas de cambio eran falsas.
Venezuela dice que el fraude fue perpetrado por un «notorio penal internacional» que, antes de morir en u incendio en una casa en Suiza, había sido convicto previamente de delitos relacionados con falsas cartas de cambio de Bandagro.
Los abogados del país niegan además argumentos de Skye Ventures de que un grupo afiliado con ese penal compró esos bonos «por mucho más de 250 millones de dólares, supuestamente por una combinación de diamantes, bonos basura alemanes y efectivo».
«Eso es una farsa. Nunca sucedió», dicen abogados por Venezuela.
A su vez, Skye Ventures dice que Venezuela ha creado una historia » que requiere que el que escucha crea que existió una conspiración increíblemente vasta» para crear cartas fraudulentas y engañar al ministro de finanzas y el fiscal general del país.
«La verdad es siempre más sencilla», dijeron abogados de Skye Ventures.
Antes del inicio del juicio, numerosas cortes resolvieron asuntos legales relacionados con el momento de la querella, si Venezuela era inmune de demanda y si el caso debería ser procesado en Estados Unidos.