Vecinos de La Carucieña cerraron la vía este sábado con sus bombonas vacías para exigir a los representantes de los consejos comunales de la venta de gas, el cual llegó el viernes y no fue distribuido.
Denunciaron que existe corrupción por parte de aquellos que reciben no solo este servicio, sino también algunos alimentos que deberían ser distribuidos a la comunidad a precio regulado, pero no es así, por el contrario llegan a vender las bombonas de gas a un precio exorbitante. Aseguraron que mantienen acaparados bultos de harina y arroz en una bodega cercana a la comisaría de la policía del sector.
Vanessa Nieves, vecina de La Carucieña, hizo referencia una ciudadana de nombre Alba como la encargada de vender el gas al precio establecido. “El viernes llegaron 40 bombonas y nos dijo que no las iba a vender sino hasta hoy en la mañana, desde las 5:30am llegamos para comprar la bombona y no da la cara”, expresó Nieves al tiempo que señaló que otros miembros de la comunidad habían visto cómo la representante del Consejo Comunal había vendido las bombonas el mismo día que llegaron a sobreprecio.
Desde hace más de un año el sector no cuenta con la distribución directa a los hogares, por lo que deben esperar varios días para que el camión llegue a los negocios correspondientes, quedando en total dependencia de estas personas que terminan haciendo negocios “por abajo de la mesa”, por un beneficio propio y no por el bien de la comunidad que deben representar y contribuir para una mejora.
La comunidad asegura que lo mejor sería que se retome la repartición a las respectivas casas pues resulta lo mismo o peor tener que esperar por una venta que no se da.
“Solo a camaradas les venden”, fueron las palabras de un vecino luego de asegurar que el problema no es solo con el gas, sino también con otros productos que les hacen llegar a los consejos comunales pero que no son distribuidos como deberían. Consideran que es necesario que quienes forman parte de estar organizaciones sean investigados y se verifique que ejercen sus labores de manera debida y no solo por el bien de un factor político, ni propio.