La junta directiva de Gaiteros del Zulia manifestó no reconocer relación de subordinación con la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) y tener obligaciones sólo ante la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) en su condición de accionista, negó que existan pruebas acerca de deudas con jugadores, agentes, cuerpos técnicos, empresas públicas nacionales o internacionales pero advirtió que se comprometió con la LPB, a través de Bob Abreu (presidente), a realizar depósitos ante FIBA Américas de las “supuestas acreencias”.
Paúl Romero Cavallo (vicepresidente) y Pablo Aponte (gerente general) emitieron un comunicado en el que dicen haber accedido a dichos pagos “por respeto a la ciudadanía y a la fanaticada del baloncesto” y para que se “cumpla con el debido proceso que no se ha verificado hasta el presente, permitiéndosenos ejercer el derecho a nuestra legítima defensa y así demostrar los oscuros intereses que sustentan la indebida acción ejecutada contra la organización”.
Los furreros tenían hasta este sábado 13 a las 2.00pm para pagar o serían objeto de una suspensión de dos años de toda competencia. En el caso de que la LPB o la FVB no acatasen la orden de FIBA, Venezuela corre riesgo de una desafiliación y verse impedida de competir con sus selecciones o clubes a nivel internacional, incluidos los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El hecho de que uno de los diez socios de LPB no reconozca a FVB como autoridad deportiva que da aval a la práctica de la disciplina en dicho circuito, a partir de la autoridad que le confiere FIBA para ello, no deja de ser polémico.