Harina, pollo y leche en polvo estaban vendiendo este jueves en el Mercal de la Base de Misiones La Zamorana, en Chirgua. Era el turno para 14 sectores de la zona, los habitantes estaban en la fila desde la madrugada de ese día, pero la venta de los alimentos inició a las 4:00 de la tarde.
Funcionarios de la Guardia del Pueblo controlaban la venta, pero la situación se les salió de control cuando a eso de las 7:00 de la noche anunciaron que no venderían más productos. Los clientes se alebrestaron, especialmente un hombre que era el foco de violencia.
La Guardia del Pueblo llamó a efectivos del Desur para que les prestaran apoyo en el sitio. Llegó una comisión conformada por diez castrenses, entre hombres y mujeres.
Cuando los efectivos procedieron a detener al hombre que estaba ocasionando el desorden con actitudes violentas, la esposa de él le dio una cachetada a uno de los militares. Allí comenzó lo que se convertiría en una discusión al estilo de guerra campal, en donde intervinieron muchos de los clientes que estaban en fila.
Una de las funcionarias contó que cuando ella intentó detener a la mujer, ésta le haló el cabello mientras que el hombre la golpeó y le intentó quitar el fusil. “Yo le decía el fusil no, el fusil no, pero me golpearon y me desvanecí” relató.
Cuando lo esposaron y subieron a una patrulla, desde la parte interna dio una patada al vidrio trasero de la unidad, lo reventó e hizo caer a otra funcionaria que estaba colgando en la parte externa del vehículo.
Otros dos funcionarios con el rango de sargento primero, resultaron lesionados.
Los militares también usaron la fuerza para reprimir a la multitud que los atacaba. Lograron detener a tres mujeres y cuatro hombres identificados como: Yamilet Mendoza, Yexuli Carolina González Quero, Enyuris Navarro, Jesús Navarro, Oscar David Arriechi, Jorge Santeliz Sánchez y un adolescente de 17 años.
Todos serán presentados ante la Fiscalía Militar por el delito de ataque al centinela, previsto y sancionado en el Código Orgánico de Justicia Militar, de ser privados de libertad serían enviados a una cárcel militar.
A excepción del adolescente que será presentado ante la Fiscalía con competencia en responsabilidad penal de adolescentes.
Familiares denuncian agresión
Por su parte, los familiares de los detenidos denuncian que los militares agredieron primero a los clientes que hacían fila para adquirir los productos y que los golpearon brutalmente, incluso a una dama le desfiguraron el rostro.
Señalaron que no se han podido comunicar con sus familiares y que hubo abuso de poder.