El papa Francisco agradeció a Cuba y al presidente Raúl Castro por haber servido de sede para la histórica reunión que sostuvo con el patriarca ruso Kirill.
«Si sigue así Cuba será la capital de la unidad», dijo Francisco en unas breves palabras improvisadas luego de firmar una declaración conjunta con Kirill y tras dos horas de conversaciones.
Ante una fila de sacerdotes católicos y otra de ortodoxos, ambos líderes firmaron un documento conjunto, que clausuró más de dos horas de conversaciones a puertas cerradas de los jerarcas.
«Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza», dice la declaración conjunta. «Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos.
Tras suscribir la declaración, ambos líderes volvieron a besarse y abrazarse.