Si hay algo de lo que Raphael puede jactarse en su paso por la música es de ser un buen alumno de sí mismo, y de haber cumplido con un deber que se impuso hace 50 años, cuando incursionó en el Festival de Eurovisión: trazarse un camino limpiamente y sin molestar a nadie.
Será por eso que el astro español afirma que no tiene derecho de pedir nada porque, a sus casi 73 años, considera que «la vida ya le ha dado demasiado».
«Yo soy un hombre que tiene la inmensa suerte de trabajar en aquello que le gusta, en lo que le hace feliz, en lo que lo llena, y parece que esto no tiene punto final, por ahora», dijo Raphael el martes, durante una conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México, donde presentó «Sinphónico», el CD y DVD que grabó el año pasado durante un recital en el Teatro Real de Madrid.
«No tengo derecho a pedir nada, aunque si así fuera, pediría salud para todos vosotros», comentó sonriente el llamado «Divo de Linares».
Para el baladista su nuevo álbum es una muestra fehaciente de que la experiencia es la mejor aliada cuando de adentrarse en nuevos caminos sonoros se trata.
«Si esto lo hubiera hecho cuando tenía 25 años, no habría sido igual», dijo sobre su álbum sinfónico. «He tenido que esperar al momento grande que tengo en este momento de mi vida, en mi carrera, no solamente por la experiencia tan grande que tengo en las cosas, sino porque afortunadamente la voz me está acompañando».
Al hablar de su nueva producción discográfica, el artista se refirió al padecimiento que hace 13 años afectó su salud, cuando le fue diagnosticada una Hepatitis B que lo tuvo fuera de los escenarios una temporada, y de la cual salió airoso gracias a un trasplante de hígado.
«Ahora me siento como con la fuerza de alguien de 30 años, pero con la experiencia de un señor con la edad que tengo», comentó. «Por eso el disco no podía ser antes», apuntó sobre «Sinphónico».
Raphael señaló que es su disco «consentido» y había soñado durante años con él, no obstante ya había cantado acompañado con orquesta sinfónica.
«Jamás pensé tener, aparte de un disco sinfónico, una gira sinfónica a nivel mundial. Es lo máximo que pude conseguir en mi carrera», subrayó el intérprete de «Mi gran noche», quien llegará al Auditorio Nacional de la capital mexicana para ofrecer dos presentaciones, el 14 y 15 de mayo próximo.
«Son grandes canciones que, al ser tocadas por sinfónicas adquieren un nivel superior, y todas salen ganando», dijo el español para referirse al repertorio que incluirá en su espectáculo, en el que destacan piezas como «Enamorado de la vida» y «Provocación».
«Estamos haciendo un espectáculo muy lindo, y muy digno de hacer, y sobre todo, estamos tratando de disfrutarlo al máximo», señaló.
Con una fructífera carrera musical que incluye más de 50 álbumes grabados, 326 discos de oro, 49 de platino y uno de uranio, por las altas ventas de sus discos, Raphael descarta la palaba «retiro» de sus planes, y por el contrario, ya piensa en las canciones que incluirá en un nuevo trabajo para el próximo año.
«Yo ya estoy metido en el estudio, hace mes y pico que ya todos los profesionales que trabajan conmigo están trabajando en lo siguiente, pero yo estoy ahora disfrutando este sinfónico», contó el cantante con más de 50 millones de copias vendidas.
El nuevo disco «no tendrá nada que ver con lo que estamos haciendo ahora, yo voy siempre un punto más allá», adelantó el también actor. «Pero de que sea el último disco, olvídenlo».