Los Guaros de Lara no tenían un panorama tan alentador al llegar a la Liga de las Américas FIBA 2016.
Habían perdido a su capitán, Heissler Guillent, por causa de una lesión en el tendón de Aquiles que le obligó a pasar por el quirófano y su reemplazo, el base Tyshawn Taylor, con experiencia en la NBA, no pudo llegar a tiempo para ser inscrito antes de los partidos del grupo D de primera ronda que tocaba acoger en el Domo Bolivariano.
Sin un armador natural, Néstor “Ché” García y su cuerpo técnico no iban a renunciar a la gran meta que se planteaba el quinteto: avanzar de ronda, defender la localía y, de ser posible, hacerlo como líderes de la llave, esto a pesar de que el único antecedente histórico de los crepusculares en este torneo era una temprana eliminación con 0-3 en la edición de 2012.
García sorprendió con el uso de Yohanner Sifontes como titular en el puesto uno. “Lo hice para tener una rotación más larga tras los primeros minutos”, confesó después del tercer duelo y vaya que funcionó. Anthony Goods, Kenji Urdaneta e incluso Daniel Macuare compartieron la pesada carga de darle orden y fluidez a los sistemas y que no se jugase todo un partido a la carrera, sin mover la bola con precisión o correr sin un propósito claro.
Los larenses cumplieron con el trámite de someter a Capitalinos de La Habana (Cuba) en el debut, 91-65, dieron al traste con las intenciones de Capitanes de Arecibo (Puerto Rico) en la segunda fecha, 92-85 y en la tercera jornada se quedaron a un paso de derrotar al vigente campeón de la Liga Sudamericana, el Uniceub BRB (Brasil), 75-73.
Los brasileños hicieron alarde de oficio. Llegaron con nueve jugadores, dos titulares ausentes por lesión (Guilherme Giovannoni) y enfermedad (Ronald Reis) y cerraron el juego sólo con siete cuando Lucas Cipolini y André Coimbra alcanzaron el límite de fouls. Pese al resultado, Guaros prevaleció en el triple empate entre equipos con foja de 2-1 gracias a un mejor factor de puntos en los duelos entre los tres involucrados (+5). Uniceub fue segundo (+1) y Arecibo quedó fuera (-6).
Reparto de roles
En el intento de reinventarse, Guaros no desentonó, aunque sin Guillent, careció de fluidez y volumen ofensivo a ratos. Zach Graham (19.3 puntos, 4.3 rebotes, 1.3 asistencias) y Damien Wilkins (16.3 puntos, 6.0 rebotes, 2.0 asistencias) asumieron 47 de los 115 intentos de cancha del equipo (40.8 por ciento) y, en ausencia de Guillent, se encargaron de proveer puntos con luz verde desde la larga distancia y una cristalina lectura de los momentos adecuados para atacar la llave.
Néstor Colmenares (7.7 puntos, 3.0 rebotes, 1.3 asistencias) y Gregory Echenique (7.7 puntos, 4.6 rebotes, 1.6 bloqueos, 2.3 asistencias) hicieron el desgaste en la zona pintada contra los Yoan Luis Haití, Renaldo Balkman, C.J. Wallace, Henrique Pilar, André Coimbra y Lucas Cipolini.
Luis Bethelmy (9.3 puntos, 4.3 rebotes, 36.4 por ciento en triples) y Windi Graterol (7.7 puntos, 2.6 rebotes) también trabajaron en sociedad y se repartieron minutos. Fueron el par de manos extras en la lucha por los rebotes para generar segundas oportunidades o cerrarle el paso a los aleros rivales y les tocó hacer mucho de eso que las estadísticas no suelen mostrar pero influyen en el resultado, como buen balance defensivo, presión, cortina y rol y pase extra.
Mención aparte merecen los minutos de Sifontes como titular y los ingresos de Kenji Urdaneta (3.7 puntos, 3.3 rebotes, 2.6 asistencias) y Anthony Goods (8.0 puntos, 4.6 rebotes, 3.3 asistencias) al venir del banco. Goods metió 16 puntos en el tercer parcial contra Arecibo y fue uno de los artífices de la remontada para derrotarlos y Urdaneta fue el armador en los cruciales minutos de cierre contra Uniceub.
La llegada de Tyshawn Taylor le da a Néstor “Ché” García la herramienta que necesitaba para reconstruir al equipo en el siguiente tramo de la ronda regular de la LPB y la fase semifinal de la Liga de las Américas.
Toca esperar si Guaros obtendrá la sede de nuevo y si jugará del 19 al 21 o del 26 al 28 de este mes. Por lo pronto, hay mucho más por hacer en las prácticas para encontrar el volumen ofensivo deseado.