La nación sigue comprando petróleo liviano al mercado extranjero. En Venezuela se incrementa la extracción de crudos extrapesados, mientras disminuye la producción de los convencionales, también comprometida por convenios internacionales. Sin embargo, la transformación del petróleo de la Faja del Orinoco le acarrea al país severos gastos que acortan cada vez más sus utilidades.
Rafael Quiroz Serrano, economista especialista en petróleo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), explica que “el petróleo extrapesado nadie lo compra, porque es muy fuerte y de baja calidad… Se tiene que modificar para su venta y que lo acepte una refinería.
Su transformación representa para Venezuela, con base en el costo de producción de la Faja del Orinoco (desde que sale de boca de pozo hasta que se transforma a pesado vía mezcla o mejorado), entre $25 y $33 por barril. Acotó que se debe tomar en cuenta que el promedio de producción de los convencionales venezolanos es de $7,80.
El total promedio actual de la cesta venezolana sería cerca de $22, según Quiroz Serrano, cifra que contradice lo expresado en el informe de PDVSA de 2014, que expresa que costo de producción es $18. Si se contrasta el primer número con el precio promedio anual en el mercado internacional habría una ganancia de sólo $3, ya que se calcula en $25 por barril, por lo que Venezuela estaría cerca de cruzar su costo de producción.
Complejo proceso de transformación
Explicó que el petróleo extrapesado es difícil de procesar y manejar a los efectos de venta.
En el caso de la Faja de Orinoco sólo se tienen tres modalidades rentables de petróleo: la orimulsión (opción que fue desechada con el actual gobierno); la mejora ( extraerle azufre y carbono o inyectarle nitrógeno-oxígeno, a fin de llevarlo de extrapesado a pesado, para que sea procesado por una refinería y vendido); y las mezclas (un barril extrapesado con uno de liviano, para que resulten dos barriles de pesado).
Venezuela trabaja en la mejora. Sin embargo, los cuatro mejoradores con que cuenta el país no son suficientes, con respecto al incremento de la producción de la Faja del Orinoco, que ha venido en acrecentamiento.
Esto trae como consecuencia que el país acuda a las mezclas. Para ello se requiere de crudos livianos y medianos, cuya producción ha caído considerablemente, sumado a que lo poco que se produce en este aspecto, se encuentra comprometido en el mercado internacional con convenios a largo plazo, los cuales se deben honrar.
-En conclusión no tenemos crudos livianos para mezclar con extrapesado y, por consiguiente, tenemos que comprar en el mercado internacional… Esta compra no es nueva, ya tiene cerca de año y medio. Hemos comprado a Rusia, Nigeria, Angola y otros.
Apuntó que Estados Unidos retiró el veto que tenía para las exportaciones de petróleo y por estar más cerca de Venezuela, además que el traslado resulta más económico y rápido, ahora se les compra petróleo liviano.
La crítica
Quiroz Serrano criticó que el gobierno no haya instalado oportunamente una red de mejoradores que atendiera a esta producción, a pesar de que PDVSA ya había planteado esta nueves años atrás.
-Esto es consecuencia de que no se hayan realizado las inversiones necesarias.
A esto sumó la lamentable caída en la producción de los crudos convencionales (livianos, medianos y pesados), producto de la falta de perforaciones a causa de no contar con recursos para los pozos maduros, que podrían producir crudo liviano.
Debido a la ausencia de inversiones en producción, no se cuenta con este para la mezcla con el extrapesado de la Faja del Orinoco.
La caída de los convencionales
Sobre la caída en la producción de crudos livianos, Quiroz Serrano apuntó que esta data de varios años, quizás dos décadas, pero la acentuación de la merma se ha apreciado en los últimos cinco años, a cauda de la falta de proyecciones y buen manejo de la industria petrolera.
Se obtienen cerca de 2.400.000 barriles, de los cuales 1.100.000 provienen de la Faja del Orinoco. El otro 1.300.000 son crudos convencionales, que al restarle condensados, productos líquidos y gas natural, se contabilizarían en 1 millón de barriles, de los cuales 400 mil serían de liviano, producción que se encuentra comprometida.