Dos días después de volver a ganar el Premio del Sindicato de Directores, Alejandro González Iñárritu asistió al almuerzo anual para los nominados al Oscar.
El realizador mexicano, quien se alzó el año pasado con los Premios de la Academia al mejor director y la mejor película por Birdman, compite nuevamente por los máximos honores con su épica de supervivencia Revenant. El filme encabeza la lista de nominados con 12 candidaturas.
Iñárritu llegó el lunes al evento en el hotel Beverly Hilton y posó para los fotógrafos con el astro de su filme, el nominado a mejor actor Leonardo DiCaprio. Sin embargo, no pasó por la sala de prensa para conversar con los periodistas.
Tampoco pasó el director colombiano Ciro Guerra, cuyo filme El abrazo de la serpiente compite en la categoría de mejor película en lengua extranjera.
Los nominados al Oscar se congregaron para celebrar sus postulaciones antes de la ceremonia de premiación del 28 de febrero.
Entre ellos estaban los actores Alicia Vikander y Eddie Redmayne de The Danish Girl, Brie Larson de Room y Adam McKay de The Big Short.
Gran parte del debate se mantuvo enfocado en la falta de diversidad entre los actores nominados.
Sylvester Stallone, por ejemplo, dijo que puso su asistencia al Oscar en manos del director de «Creed» Ryan Coogler.
En medio de las discusiones sobre un posible boicot a la gala, Stallone, postulado por su papel de reparto en Creed, le preguntó a Coogler cómo quería que procediera. El director le dijo que fuera y representara el filme.