Llega la hora de mediodía, cuando marca la salida de algunos alumnos y el señor Ramón Ramírez sale para acompañarlos en la salida, esperando que a los alumnos no les pase nada.
En ocasiones se ubica por la entrada principal, en otras por el lado del portón, pero siempre se le ve muy atento.
Este domingo fue víctima del hampa. Un delincuente lo distrajo por el lado del portón haciéndole preguntas por una vivienda, Ramírez se molestó y lo corrió, le advirtió a un vecino y éste lo siguió, lo vio montarse en un vehículo blanco, pero nadie se imaginó que por la parte principal estaba ingresando un par de hampones, quienes golpearon brutalmente al vigilante.
Le robaron dos armas, las cuales tenían sin munición alguna.
Cuentan los vecinos de la zona que el señor Ramírez, logró soltarse y en el momento en que pidió ayuda a un vecino, fue cuando se desplomó en el piso.
Fue auxiliado y trasladado a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, posteriormente remitido a una clínica privada y su estado es bastante era ayer delicado.
Los vecinos de la carrera 14 entre calles 28 y 29, del centro de la ciudad, comentan que esa zona es bastante oscura. Están cansados de hacer el reporte y ningún organismo les da respuesta.
También son azotados a diario por motorizados y delincuentes que llegan a pie, quitándoles las pertenencias a los alumnos de la Unidad Educativa Colegio La Salle y de sus representantes. Así mismo “cazan” a los vecinos. Uno de ellos fue interceptado justo en el momento en que fue a colocar la basura en la esquina.
Otro de los habitantes quien no se identifica relató que en cinco oportunidades se han intentado introducir a su vivienda, por lo que se ha visto en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad.
Aseguran que los robos son a toda hora y en cualquier día. Pese a eso, no cuentan con patrullaje alguno.