“Aquí en Quíbor lo mejor es morir callados cuando se toca el tema de la delincuencia porque si uno habla mucho le puede salir caro”.
La expresión corresponde a un comerciante de la capital del municipio Jiménez al consultarle sobre los índices delictivos en la entidad.
Algunos conocen a integrantes de pandillas, pero prefieren no identificarlos por precaución.
Pero Amílcar Marcano, presidente de la Asociación de Comerciantes del municipio Jiménez, está claro sobre la problemática.
Considera que algunas de esas pandillas que han venido operando en Quíbor son foráneas, de Barquisimeto o El Tocuyo, dedicadas al robo a establecimientos comerciales, pero también hay “rateritos” que atracan a jefes de familia, mujeres u hombres, cuando salen de mercados o abastos con artículos de primera necesidad.
¿Y qué se puede hacer para combatirlos?
En primer lugar, responde, no se hace nada con montar alcabalas, porque el delincuente sabe donde están y, lógicamente, se desvían. Lo mejor son los patrullajes permanentes en aquellos sectores esogidos por los sujetos para actuar.
Dice que igual pasa con los que se dedican a atracar unidades del transporte colectivo, que saben en cuales lugares de la carretera instalan los puntos de control y cometen sus fechorías antes o después.
Marcano también considera necesario que los organismos policiales y de la Guardia Nacional actúen de manera mancomunada y no cada uno por su lado, lo que hace inefectivos los operativos que se llevan a cabo.
“Y que se reúnan con nosotros para que podamos aportar cualquier información que les resulte importante”, precisó.
Nelio Taborda, de la Asociación de Cooperativas de Artesanos de Quíbor, prefiere no profundizar en el tema para no ponerse en la mira de los pandilleros.
Dice que, afortunadamente, los artesanos no son las principales víctimas de los antisociales porque saben que ellos no manejan grandes cantidades de dinero, aunque, en ocasiones, a algunos les han robado piezas para luego venderlas en otras partes.
Ellos permanecen a ambos lados de la avenida Rotaria, o circunvalación, prácticamente a la intemperie, por lo que no dejan de ser objeto de robos por parte de los llamados “rateritos”.
Pide más recorridos de la Policía Nacional Bolivariana, de la de Lara, y de la Guardia Nacional, para auyentarlos.
Cubiro afectado
En Cubiro, los autores de los hurtos son pandilleros que actúan, especialmente, en posadas o casas de fin de semana, de donde se llevan todo lo que consiguen, sábanas, colchones, lencería, equipos de sonido, y hasta el papel toalet.
Dickson Guanipa, dirigente social, exige mayor dotación policial, con vehículos para movilizarse, para que salgan del puesto a patrullar.