La Dra. Nancy Rodríguez de Méndez nos ilustra muy bien en relación a un término que define claramente el proceso político nacido a partir del intento de golpe de estado del 4 de febrero de 1992: “Según historiadores y filósofos como Polibio, Jean-Jacques Rousseu, James Mackintosh, Aristóteles, Shakespeare, Lope de Vega y otros; cuando la democracia se mancha de ilegalidad y violencia se constituye en Oclocracia (gobierno de la muchedumbre). Es el peor de todos los sistemas políticos, es el último estado de degeneración del poder. El origen de esta degeneración es una desnaturalización de la voluntad general, presentando vicios en sí misma, encarnando los intereses de algunos y no del pueblo. Es la autoridad del populacho corrompido, despotismo del tropel, nunca el gobierno de un pueblo.
El objetivo es mantener el poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores. Apelan a emociones irracionales con discriminaciones, fanatismos, sentimientos nacionalistas e internacionalistas exacerbados. Fomentan el miedo, se apropian de los medios de comunicación y la educación, utilizando como principio la desinformación”…
En relación a esta definición exacta de lo que estamos viviendo en Venezuela, nos viene a la memoria Hugo Chávez en el memorable discurso a las Fuerzas Armadas en el paseo Los Próceres. Tenía poco menos de un mes de haber asumido la Presidencia de la República. Encumbrado en la gloria del aplastante triunfo electoral, enceguecido por el pastel ideológico incubado por Castro, lanza la proclama histórica política que definiría el perfil ético y moral de lo que sería su régimen durante los próximos 17 años: “Yo entiendo a un hombre que roba por hambre. No es culpable de nada”… En lo adelante, se desata en Venezuela la legitimidad del crimen y la corrupción como forma de gobierno: La Oclocracia…
Entender, histórica y filosóficamente el origen de todo esto, nos permite delinear las estrategias para ubicarnos en el contexto real de los hechos y dimensionar a lo que nos enfrentamos. El delito como norma de gobierno a través de sus diferentes modalidades, le permitió al régimen de Hugo Chávez mantener una clientela satisfecha y contenta. La maldad y la saña con la cual desmantelaron los sectores productivos para arruinar el país, nos coloca en una situación muy difícil de afrontar, ahora, sin recursos económicos. El cinismo con el cual hablan del final de la renta petrolera, nos coloca en una encrucijada que no admite retorno. Se robaron los reales y lo despilfarraron en el excusado ideológico. No tienen perdón de Dios. Afortunadamente existe un pueblo digno, arrepentido de su error, dispuesto a rectificar y a sacarlos del gobierno por la vía institucional…
Mis comentarios:
-Principios básicos de la Oclocracia…
-Si no tienes casa, róbate una, es decir, invade.
-Si no tienes celular, róbate uno, y si tienes que matar a un oligarca para tenerlo, no importa, mátalo…
-Si no tienes tierra, róbatelas…
…La justicia protege los pasos del hombre recto, la malicia causa la ruina del pecador… (Proverbios 13:6)
Sergio Borgel
