El presidente Rafael Correa cesó el viernes al alto mando militar de Ecuador poco después que los generales apoyaran a la seguridad social militar en su negativa a devolver cerca de 41 millones de dólares al estado.
En su cuenta de twitter, el mandatario dijo «con mucho dolor he tenido que cesar anticipadamente al alto mando. No permitiremos que nadie manipule ni a los soldados, ni al país». Debería haber cambios en abril.
Los anteriores integrantes de la cúpula dijeron en una declaración de prensa que no estaban de acuerdo en que se retiren recursos de la seguridad social de las fuerzas armadas «porque lo prohíbe expresamente la constitución».
Horas más tarde, el mandatario nombró como nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, al vicealmirante Oswaldo Zambrano, al vicealmirante Angel Sarzosa, como Comandante de la marina; al general César Merizalde, como Comandante de la aviación, y al general Luis Castro, como comandante del ejército.
El problema empezó el 2010 cuando el gobierno propuso al Instituto de Seguridad Social que le venda 220 hectáreas de un terreno en Guayaquil, para construir un gigantesco parque.
El precio fue señalado por la Dirección Nacional de Avalúos y Catastros en 48 millones de dólares, pero un avalúo posterior determinó que esa propiedad costaba poco más de 7,3 millones, por lo que el gobierno está empeñado en requerir la devolución del dinero.
La cúpula castrense afirmó que los recursos de la seguridad social militar le pertenecen a los miembros de las fuerzas armadas en servicio activo o retirados y a sus familias «por lo que es obligación del estado su protección y preservación».
Correa había pedido el jueves que el ministerio de Finanzas retirara directamente el dinero de las cuentas del instituto de seguridad social militar.