El respeto tiene infinidades de definiciones e interpretaciones personales y grupales; por ejemplo según la definición del diccionario, el respeto es toda aquella consideración y reconocimiento del valor de una persona o de una cosa. Para otros es una virtud, un valor. Lamentablemente hay quienes no conocen lo importante que es para la sociedad y para la persona en sí.
Sin embargo, tras estudiar y analizar las diferentes opiniones de dicho término podemos decir o definir esta palabra como la capacidad que tiene toda persona de tolerar y considerar el pensamiento o acto de otra persona aunque no sea de su agrado o conveniencia. Existen diversos tipos de respeto, como por ejemplo: respeto moral, racial, ideológico, ético, entre otros.
Esta capacidad se debe poner en práctica ya que no es innata de la persona; para empezar se debe cultivar desde el núcleo familiar, aspecto sumamente importante en el desarrollo del mismo. Podemos considerar dicha capacidad como la más importante en las relaciones diarias de la persona, ya que de ella derivan las diferentes herramientas para una buena relación de cualquier tipo, en cualquier ámbito.
Seguidamente podemos decir que el respeto es la base fundamental para la humanidad, base que en los últimos años se ha dejado de inculcar y por consiguiente se ha dejado de practicar; la opinión a la que se ha concluido es que desde el hogar no se ve ni se habla de tan importante capacidad.
En otras palabras se opina que es necesario y fundamental que este valor se ponga en práctica desde los más pequeños hasta los más grandes en edad. Todos sabemos que tenemos diferencias y es ahí donde entra la importancia del respeto, debido a que nos une a través de las diferentes cualidades de cada uno.
Finalmente, sin importar las dificultades que se tengan para aceptar al otro por sus diferentes maneras de pensar o hacer, se debe pensar antes de actuar, ver la situación desde otro punto de vista y pensando siempre en el respeto hacia mí y la otra persona, se puede llegar a alcanzar metas que se creían imposibles tanto personales como grupales, simplemente con la base del respeto.