Ansioso por incrementar las 500 horas alcanzadas en inicio del año de despedida de su infausto mandato, Nicolás Maduro abusa de cadenas de Radio y Televisión. Dice actuar obligado por “las circunstancias”, como reconoce la decisión de cerca de 8 millones de electores de otorgar a la Oposición facultades para rescatar en breve plazo la Democracia. Y por añadido construir física, moral y cívica al país.
De vieja data la relación con Venevisión, que se estrechó con la intervención, ¡si señores!, del ex Presidente de EEUU. Jimmy Carter. quien auspició dos reuniones en 2004 entre el hoy difunto Comandante y Gustavo Cisneros. Resultados? Eliminación de programas de Opinión.
Pero el legatario Maduro intensifica retaliaciones y al igual que Televen, se comenta la compra de esos canales. De Globovisión, extraña la inspección de Conatel y pensamos como el ancla Vladimir Villegas: existe temor de qué hay detrás de tal medida.
Todo en vías de la “hegemonía comunicacional”, impuesta por Andrés Izarra enchufado en el régimen después del cierre de Radio Caracas televisión donde labora, la improvisada gerencia le llevó al recorrido por varios cargos. Fama internacional cuando ejercía presidencia de Telesur. Roberto Briceño León, del respetable Observatorio de la Violencia exponía en entrevista de CNN que el primer semestre de 2006 registró 2177 asesinatos: 362 cada mes, 12 al día, 1 cada dos horas. La política del régimen la manifestó Izarra en el mismo programa con risa burlona. De allí su apodo “risita”.
Siendo Ministro de Información pregonó el 28 de Mayo 2007, la fascista hegemonía:
“Yo la lancé como una reflexión..los intelectuales de derecha lo quieren hacer ver como una imposición, como una dictadura, como una coacción sobre la pluridad, sobre la libertad de disentir, en lo absoluto, el marco de la construcción del socialismo y lo dije en el sentido gramsciano”. Se refería a Antonio Gramsci fundador del Partido Comunista Italiano.
De esa hegemonía comunicacional se vale este corrupto régimen militar que somete a Venezuela en la peor crisis.
Vergüenza ajena dan los profesionales de la comunicación que hacen exaltar a Maduro esta perla doctrinal:
“Si algo se ha perdido en Venezuela es el periodismo objetivo, veraz, crítico, creativo, porque sencillamente comenzó hacerse periodismo de guerra, desde Globovisión, Venevisión, Televen”.
En esa política hegemónica 86 Periódicos Regionales se declararon en emergencia al ser informados que no hay papel. Por eso entre 2013 y 214 cerraron unos 10 diarios de provincia. En general, cuando accede a la limitada venta de papel logra que 70% de diarios reduzcan paginación y circulación y algunos pasen a semanario. A 80 de medios radioeléctricos que escaparon al cierre que afectó a unos 300, los mantienen en vilo al no renovarle concesiones.
Reporteros sin Fronteras de 2014 revela que Venezuela fue uno de los países que compró un software especial para el espionaje del mundo digital; desde marzo de ese año hasta marzo del 2015 se cerraron unas 1.590 páginas web. Estamos ante un régimen de corte autoritario y totalitario”.
Según Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys) “empresarios amigos” del régimen han adquirido más de 25 medios de comunicación, lo que causó cambio editorial de periódicos, estaciones de radio y televisión.
Para bien, la autorizada opinión del comunicólogo Antonio Pasquali: lo que llamamos hegemonía tiránica del régimen gana en cantidad, pero no en calidad. Los medios controlados tienen una audiencia de apenas 3%.
Al margen: Quienes tienen carros se pronuncian por alza del precio de gasolina, lo cual significa un aumento del costo de la vida del pobre. Los transportes elevaran el precio de los pasajes.