Los afiliados del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de Educación (Ipasme) en Barquisimeto, actualmente no gozan de ningún beneficio por parte de la institución a pesar que en cada quincena les descuentan el 6% del salario por concepto de contribución.
Mélida Véliz de Cordero, integrante del Comité Prorescate de Estrategia, Seguimiento y Evaluación (Comprese), denunció en visita al Diario EL IMPULSO, donde fue recibida por el director de esta casa editorial, arquitecto Juan Carmona, que la situación se presenta desde que fue nombrada la actual directora. “Esto empeoró desde que nombraron como directora administrativa a Mayerlin Vargas, quien ni siquiera es profesora, se cotiza 3% del salario para la asistencia médica y 3% para ahorros pero no hay ningún beneficio”.
Véliz que estuvo acompañada Luis Bello Páez, otro miembro de Comprese, asegura que actualmente no hay beneficios. “Están suspendidos los créditos, no hay médicos para la atención de los afiliados. Somos 6 mil contribuyente, pero no hay ningún servicio de ninguna especialidad médica, solo hay un ginecólogo y un médico general. No tenemos personal para convalidar los reposos”.
“Hacemos un llamado al ministro de educación Rodulfo Pérez y a todas las autoridades y exigimos una pronta solución al problema porque no sabemos adónde van a parar nuestras contribuciones. En día pasados no había dinero para pagar un botellón de agua”.
“Estamos en medio de una desidia total y parece que a las autoridades no les importa porque en la misma situación están las 64 unidades que existen en el resto del país. A pesar de que existe un reglamento claro actualmente Ipasme no cumple las funciones para las cuales fue creado”.
Sin seguridad
Explicó que en meses pasados una comisión del Consejo Legislativo del estado Lara (CLEL) acudió a la sede para inspeccionar y constatar la situación, pero el personal de seguridad no los dejó entrar. “Son eficientes para no dejar entrar a un diputado, pero dentro de la sede ocurren atracos, lo que deberían hacer es prevenir y evitar el delito”.
Comenta que los docentes que padecen alguna dolencia viven un calvario cuando visitan la sede porque no funciona ninguno de los ocho ascensores. “La sede, que ganó premios de arquitectura hoy está completamente colapsada, no tenemos gerencia”.