Esta nueva realidad está causando estragos a gobiernos y empresas, y eliminando empleos, al tiempo que genera algunos beneficios ingresos inesperados.
Los precios del petróleo han bajado de 107 dólares a 32 dólares el barril en los últimos 19 meses. Una intensa producción de parte de Estados Unidos y de los países de la OPEP dio paso a un exceso de oferta y un deterioro de la economía mundial provoca incertidumbre en torno a la demanda.
La recuperación de los precios dependerá de que se restablezca un equilibrio entre la oferta y la demanda. Pero ese proceso puede ser agitado. Goldman Sachs dijo hace poco que ”el camino hacia un mercado equilibrado será prolongado y arduo».
Panorama petrolero
Los estadounidenses están ahorrando cientos de dólares en gasolina y petróleo para calefacción anuales. Ese dinero lo pueden gastar en otras cosas. Empresas como las aerolíneas, que consumen enormes cantidades de combustible, se han ahorrado miles de millones de dólares. Pero las ganancias de las compañías energéticas mermaron y los precios de sus acciones bajaron. Los despidos y los recortes de gastos en la industria petrolera frenaron un poco el impulso asociado con el gasto del consumidor. El Departamento de Energía espera que baje la producción de petróleo en Estados Unidos, lo que provocará un aumento de los precios, aunque el precio promedio de este año es de 38 dólares el barril.
México está mejor preparado para sobrellevar el impacto de un derrumbe de los precios del petróleo porque tiene una economía más diversificada. El petróleo representa hoy el 20% de sus ingresos, comparado con el 40% de hace solo cuatro años.
Medio Oriente
Arabia Saudita e Irak han estado bombeando petróleo en cantidades ante la decisión de la OPEP de mantener una producción robusta. Su esperanza es que los actuales precios, que son los más bajos en 12 años, marginarán del marcado a los productores más caros, como los de petróleo shale. La producción de la OPEP aumentó un promedio de 1 millón de barriles diarios en el 2015. Ahora Irán, que ya no sufre las sanciones de Occidente, planea subir su producción en 500.000 barriles diarios. La estrategia se hará sentir.
Asia
La economía china creció un 6,9% en el 2015, su nivel más bajo en 25 años, lo que generó alarma en torno a la economía mundial y contribuyó a la debacle de los precios del petróleo.
Bajo ningún aspecto, no obstante, se puede decir que la economía china se viene abajo. La Agencia Energética Internacional pronostica que el consumo de petróleo de China subirá un 3,4% este año, comparado con el 6% del 2015. A medida que la economía China deja de depender tanto de la industria pesada y de la construcción, y que mejora la eficiencia energética, es probable que se ponga un límite al consumo de petróleo. China es el quinto mayor productor de petróleo mundial, pero es previsible que sus empresas estatales, que tienen problemas financieros, reduzcan su producción. Buena parte de Asia importa mucho petróleo y gas y la baja de los precios generó alivio. Las naciones exportadoras, en cambio, sufrieron por un lado pero se beneficiaron por otro. Las exportaciones de automóviles a países como Estados Unidos son muy rentables. Pero naciones como Brasil y Rusia, que adquirían grandes cantidades de productos asiáticos cuando los precios de las materias primas estaban altos, se están ajustando el cinturón. En Japón, los consumidores pagan menos por la energía, pero los precios bajos de la energía complican la batalla del gobierno contra la deflación.
América Central y del Sur, y el Caribe
Venezuela ha sido el país más golpeado. El 95% de los ingresos del gobierno en concepto de exportaciones proviene del petróleo y su economía ya estaba en un muy mal momento antes de la caída de los precios petroleros. La escasez de productos y las largas colas son cosa de todos los días. En Colombia se espera que el petróleo casi no genere ingresos en el 2016. Para las naciones pequeñas de América Central y el Caribe que importan petróleo, la baja de precios es un consuelo.