Aunque el servicio de registros inmobiliarios resulta “aceptables”, quienes se sirven de este señalan que la prestación del mismo sería aún más satisfactoria si el proceso se equiparara con la era de la digitalización.
Así lo expuso José Manuel Alejos, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Lara, quien señaló que de esta manera disminuirían los tiempos de registro y de las posteriores consultas de datos.
Asimismo, denunció que existe una alta discrecionalidad por parte de los funcionarios en labor de revisión documental. Precisó que su competencia debe remitirse exclusivamente a la revisión del tracto legal del documento y especificaciones técnicas, pero en ocasiones opinan sobre los acuerdos que se alcanzas en los contratos.
Otra de las situaciones irregulares denunciadas por Alejos es que desde 2015 se aplican tarifas desproporcionadas para la estimación de tasas de registro, las cuales resultan ser elevadas, como consecuencia de la discrecionalidad de los funcionarios, que calculan estas con base en montos superiores al acordado para la operación.
Alejos dijo desconocer las razones de este comportamiento, que ha generado múltiples quejas ante la Cámara Inmobiliaria.
A esto sumó los constantes cambios de criterio en las actividades del sector, en especial para la compra-venta.