Habitantes de la invasión Rienda Suelta en el sector Las Caballerizas del Jebe, afirman no haber escuchado ningún tipo de discusión, sólo el alboroto cuando fueron llegando los familiares para confirmar la muerte de Edgar Alberto Lara García de 33 años, quien vivía con su esposa y suegra en el sector El playón cerca de donde quedó su cuerpo.
Rina Vásquez, esposa de la víctima cuenta que él estaba la noche del sábado en casa de una vecina al parecer consumiendo bebidas alcohólicas en compañía de amigos, cuando llegaron avisando que habían robado la moto de unos conocidos.
Después de la noticia Lara García decidió salir, estiman que eran las 12:00 de la medianoche, pero jamás regresó.
Como a las 2:00 de la madrugada aproximadamente a Rina la llamó un amigo informándole lo que le había sucedido a su esposo, al llegar al camino de tierra que divide las parcelas en medio de la oscuridad se encontró el cuerpo apuñalado y tendido al lado de un rancho. A pocos metros estaba un cuchillo y debajo estaba otra arma blanca, las cuales se presumen fueron las armas homicidas. Aunque por la herida que tenía en la cabeza se cree que lo asesinaron de un machetazo.
El rancho se encontraba cerrado por fuera con cadenas y candados, los vecinos informaron que estaba sólo porque la dueña se había ido para someterse a un tratamiento de diálisis. En la puerta se notaba la marca que dejó una mano llena de sangre.
Aunque todos se conocen en el sector, la esposa ignora quién pudo haber cometido el crimen y cuál fue el motivo. “El no era mala persona” se rumoró entre las personas que se concentraron frente al rancho para ver cómo había quedado el cuerpo, lo que impulsó a Rina a buscar una sabana para cubrirlo.
Lara García laboró hace algunos años como custodio de la cárcel de Uribana y después se retirarse comenzó a trabajar como taxista. Tenía tres hijos menores de edad.