El embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, Rafael Ramírez, descartó cooperar con las investigaciones de Estados Unidos sobre un presunto soborno de más de mil millones de dólares que habría ocurrido en la petrolera estatal del país mientras que él estuvo a su cargo.
Los señalamientos que rodean el presunto caso de corrupción en la empresa petrolera PDVSA podrían afectar el desempeño del embajador en momentos en que Venezuela asumía el lunes la presidencia rotativa del poderoso Consejo de Seguridad.
En una entrevista con The Associated Press, Ramírez dijo que no estaba preocupado por la posibilidad de ser acusado como parte de las investigaciones de Estados Unidos sobre la corrupción en PDVSA.
Ramírez fue presidente de PDVSA durante una década hasta su nombramiento en 2014 como embajador ante la ONU.