La situación económica de Venezuela se torna cada vez más compleja. La caída en los precios del petróleo es sólo una parte de un conjunto de trabas y deterioros, a los cuales se suma el pago de la deuda internacional por más de $10.500 millones, sólo para 2016.
Aunque el financiamiento sea una de las alternativas que plantea la lógica mundial, la nación ha enviado un mensaje negativo al mundo y es que, el país se halla en crisis económica.
Con el Decreto de Emergencia, recientemente negado por la Asamblea Nacional (AN), poder que recomendó al Ejecutivo rectificar su rumbo, Venezuela pierde la confianza que otras naciones podrían tener puesta sobre ella.
Lo cierto en todo este panorama es que el país debe cancelar en febrero, mes que apenas arranca, $2.248.0 millones, uno de los tres tramos gruesos de año. Los doce meses de 2016 deberá efectuar pagos de bonos soberanos y de PDVSA.
Los otros grandes pagos serán en octubre por $1.663,4 millones y en noviembre por $2.945,7 millones.
Al respecto Orlando Ochoa, economista y docente de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) comenta que el país no cuenta con divisas suficientes para financiar las importaciones y pagar las obligaciones financieras a la vez, por lo cual se requeriría de un plan macroeconómico coordinado, basado en cifras oficiales de la economía del país.
Sin embargo, se desconoce el nivel de inflación, actividad económica, Producto Interno Bruto (PIB), movimiento cambiario, balanza de pagos y otros, por lo cual no se pude realizar un diagnóstico completo de la situación del país.
En opinión del economista restan entonces dos opciones: una actitud de rectificación política, económica e ideológico o la renuncia de Nicolás Maduro, para permitir a un gobierno nuevo hacer frente a estos problema, con credibilidad, nacional e internacional
Por su parte, el economista Luis Oliveros, también docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), destacó que el mercado internacional le otorga a Venezuela una probabilidad de default (suspensión de pagos) del 70% y para los próximos cinco años superior al 95%.
Considera que el gobierno “tiene que ser muy inteligente en el manejo de la deuda” y que el default no solucionará el problema de divisas en el país, sino que seguramente lo complicará.
Declarar este sólo representaría la liberación de apenas un tercio de las divisas venezolanas, con lo cual el país tampoco podría recibir préstamos de China ni del Fondo Monetario Internacional (FMI), por mencionar una institución de respaldo, sumado a que los bienes del país en el exterior (envíos de petróleo, tanqueros de petróleo, medicinas o alimentos en proceso de importación y otros) serían susceptibles a embargo.
Refinanciamiento como opción
Orlando Ochoa, señaló que para lograr el cumplimiento satisfactorio de los pagos de deuda y evitar que la economía venezolana se hunda, debe haber un plan de refinanciamiento.
in embargo, ningún otro país querrá prestarle a una nación como Venezuela, con una economía desbalanceada, donde en vez de hacer algo al respecto, se habla de una “guerra económica”.
-Nadie le prestará recursos a un país, para que maneje su flujo de caja, si desperdicia la gasolina a precios ridículos, ya que por lo menos ella misma debería cubrir sus costos, y menos si mantiene al sector privado castigado y amenazado, bajo una ideología de izquierda radical, marxista, usando argumentos de hace cien años. Para que estas ayudas sean otorgadas primeramente el país debe tomar medidas sobre sus desequilibrios, a fin de demostrar al mundo que puede mejorar.
-Si se toman medidas para fortalecer el sector privado y aumenta la producción industrial y agrícola, disminuye la necesidad de importaciones, lo cual libera dólares. Si PDVSA pasa a producir 200 mil barriles más, en el transcurso de 24 meses, por un plan de reorganización, eso ayudaría a mejorar el flujo de caja, por lo cual otras naciones podrían financiar a Venezuela.
Precisó que de esta manera el país también podría acudir a la negociación con los chinos y con organismos multilaterales, como El Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). No obstante, acotó que esto debe hacerse sin prejuicios ideológicos.
Rusia, China, Vietnam y otros países del mundo consultan y reciben apoyo internacional.
Reestructuración de la deuda
En opinión de Oliveros, el país debe intentar una reestructuración de la deuda y así mudar los pagos que tiene para 2016 y 2017 a años más lejanos, lo que tendría un importante costo, pero Venezuela en este momento lo requiere.
“Hablar de default es algo que mantiene al país en espera, por lo que en el mes de febrero será clave la disposición que tenga el gobierno de pagar, pero ciertamente el default parece una opción bastante elevada”.
Instó a reconocer que con un precio del petróleo de $24 promedio resultará complicado pagar la deuda.
Reducción de las importaciones
Sobre si existe la posibilidad de que se reduzcan las importaciones para hacer frente a los compromisos de deuda, Ochoa manifestó que existen altísimas probabilidades de que el gobierno recorte las importaciones, lo que agudizaría el desabastecimiento, pero esto permitiría cumplir con las obligaciones financieras.
Lamentó que Venezuela este frente a un dilema: pagar la deuda o importar artículos de primera necesidad.
En tal sentido, rechazó que el gobierno, sin informar sobre la situación, recorte los suministros a Venezuela, que entraría en una crisis humanitaria.
A esto sumó que Venezuela sopesa pobreza crítica y hambruna, por falta de actividad económica.
Otras medidas financieras
El docente de la UCAB apuntó que para responder a estos compromisos, Venezuela debería entonces tomar ciertas medidas económicas, financieras y sociales, lo que requiere de un plan económico ordenado, pero no se aprecia en el gobierno, la responsabilidad política de asumir dicho costo.
Asimismo, subrayó que el país registra un fuerte déficit de divisas y sus reservas internacionales fueron menguadas, por malas decisiones de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que con su ideología “han puesto a Venezuela dentro una camisa de fuerzas”.
Para obtener divisas
Luis Oliveros indicó que el gobierno puede obtener divisas de la empresa petrolera. Insistió en que existen alternativas para el pago en divisas, pero se requiere de voluntad política y la disposición del Gobierno nacional para hacer las cosas bien.
En este sentido, explicó que el gobierno debe analizar cuidadosamente sus opciones, ya que si no se paga la deuda, empeoraría la situación económica del país.
En opinión de Oliveros, sólo resta esperar la decisión del gobierno.
De aplicar el default, restaría estudiar cómo aplicará este, porque un default tintado de violencia y malas condiciones le resta valor al país.
Sobre cómo podría prepararse para pagar los tramos gruesos de finales de año, comentó que hablar ahora de la disposición económica del país para dichos periodos, es complicado.
Señales del deterioro
Ochoa señaló que la caída del ingreso petrolero no es la causa de los problemas económicos, sino el más reciente eslabón, que reduce la capacidad de pago y pone al Gobierno nacional, quien mantiene un control estricto de las importaciones como único administrador de las divisas, a decidir qué pagar y qué no.
“Ya hay señales pésimas, deudas comerciales, problemas de Petróleos de Venezuela con contratistas y proveedores, deudas con socios y dificultades para pagar importaciones de crudo ligero y nafta para mezclarla con el crudo extrapesado… A ello se le suma que hay que servir la deuda finan ciera en bonos y con China e importar medicinas, alimentos, repuestos, pagar servicios de importación… No alcanza el dinero. De manera que el Ejecutivo tiene que hacer una jerarquización de los gastos. El gobierno debe considerar qué hará.
Por su parte, el docente de la UCV, comentó que el mensaje es negativo y da muestra del desconocimiento del gobierno en la materia. “El mensaje es de preocupación”.