El virus que mantiene en pánico a Latinoamérica ya comienza a causar estragos en Venezuela. La prevención que se puede tener por parte de las autoridades, tanto regionales como nacionales, es poco para lo rápido que avanza.
Mientras tanto el ciudadano común debe acudir a métodos antiguos para usar como repelente, pues las marcas comerciales están ausentes desde hace meses, al igual que los insecticidas.
Aquellas personas que presenten algún síntoma suelen acudir a laboratorios, generalmente privados, con la esperanza de que con los exámenes de sangre como hematología completa y transaminasas les informen si padecen el virus, pero el proceso no es tan sencillo.
Actualmente existe un déficit aproximado del 80% en los reactivos de laboratorio, por lo que se tiene una gran limitación a la hora de hacer estudios.
Quienes van a los centros privados y quieren verificar si tienen el virus, deben esperar que la muestra de sangre sea enviada a la Dirección de Epidemiología del Estado Lara, para que posteriormente de allí sea traslada a Caracas, al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, el único lugar en el país que cuenta con lo necesario para comprobar o descartar que una persona tiene zika. El resultado tarda varios días, incluso más de una semana.
Quizás todo el proceso burocrático provoca que sean pocas las personas dispuestas a esperar. Apenas 2 casos están comprobados en el estado Lara, pero es común escuchar que alguien cercano ha sido infectado por el virus.
Grave situación
La demanda de exámenes es tanta que en el caso del Laboratorio Clínico Alfredo Gómez Peraza, se dedican a realizar la hematología únicamente a aquellos pacientes hospitalizados en la Clínica Acosta Ortiz o que sea extrema urgencia; pues hasta hace poco se mantuvieron sin esta prueba por no tener el reactivo. Situación similar se padece en el IDB, limitándose a realizar estudios básicos.
Los pacientes deben recorrer toda la ciudad para completar los requerimientos médicos. Los especialistas atribuyen la gran deficiencia que se tienen en el sector a la falta de divisas, asimismo señalan que en el país se podrían producir la mayoría de los reactivos, pero que el gobierno prefiere adquirirlos en el exterior.
Aún siendo laboratorios privados, estos terminan dependiendo de la voluntad del Ejecutivo Nacional para recibir el dinero de compra o la autorización para traer medicamentos o reactivos al país.
