Al menos 37 migrantes, entre ellos varios niños, murieron este sábado en un nuevo naufragio en el mar Egeo tras hundirse la embarcación en la que trataban de llegar de Turquía a las costas de Grecia, país miembro de la Unión Europea.
Los migrantes, entre los que había birmanos, afganos y sirios, habían salido de la provincia turca de Canakkale para intentar arribar a la cercana isla griega de Lesbos, según la agencia oficial turca Anatolia.
Un fotógrafo de la AFP pudo captar el cuerpo de un niño echado en una playa turca, cerca de la ciudad de Ayvacik, en una imagen parecida a la del fallecido niño sirio Aylan Kurdi en septiembre pasado, que conmovió a la opinión pública.
Según el fotógrafo, que pudo contar al menos 19 cuerpos, entre las víctimas hay otros niños y mujeres.
Un número no determinado de personas a bordo de la embarcación seguirían desaparecidas. «Estamos muy tristes, al menos 20 de nuestros amigos están desaparecidos» declaró al fotógrafo de la AFP, entre sollozos, uno de los rescatados.
Según la agencia de prensa privada Dogan, los guardacostas turcos pudieron socorrer a 43 ocupantes de la embarcación.
La embarcación hundida se hallaba a unos 50 metros de la costa turca.
Varios voluntarios se sumaron a las labores de rescate de los guardacostas y los submarinistas.