Concretar financiamiento externo y poner orden al desorden fiscal monetario, son dos de los factores que tienen que se atendidos por el Ejecutivo para poder hacer frente a la crisis que en estos momentos está viviendo el país, asegura el presidente del Consejo de Economía Nacional, economista Efraín Velásquez.
Explicó que el problema fundamental de Venezuela hoy, el problema para generar oferta de bienes y servicios, es un problema de financiamiento externo, advirtiendo que hay que definir una estrategia fundamental para enfrentar, eso para llevarla adelante y debe tener diferentes pasos.
-Lo primero que tenemos que hacer es organizar toda la deuda que tenemos con los proveedores internacionales de materias primas, este es un tema central, que se debe enfrentar de manera inmediata; lo segundo, es retomar o mejorar las relaciones bilaterales con todos aquellos países que nos puedan ayudar en este proceso de financiamiento; un tercer aspecto, tal vez el más dificil, es ir a los mercados financieros internacionales, presentar las condiciones del país, exponer las necesidades de financiamiento, lo cual va a requerir información económica detallada, la presentación por parte de las autoridades de una estrategia que sea sensata, coherente y creíble, que haga posible que se abra ese espacio-, señala Velásquez.
Advierte que si esta estrategia es insuficiente o requiere pasos adicionales, el sistema monetario internacional, es un prestamista de última instancia, que al final es el Fondo Monetario.
Advierte que para Venezuela, la necesidad de un programa de ajuste es inminente, afirmando que estamos en esta situación, por que hay un exceso de gasto, que no se trata de un exceso de gasto privado, sino de gasto público que se ha exacerbado porque se ha modificado la Ley del Banco Central para abrir más el financiamiento al gasto público.
-Hoy tenemos en la economía venezolana, unos niveles de gasto público que el tamaño de la economía no puede soportar. El sector público en Venezuela gastaba un 24% del PIB, en la década de los noventa; pasó a gastar 33% del PIB en los años dos mil y en la presente década estamos promediando 45% del PIB, cuando el promedio de una economía sana es de un gasto publico de un 25% del PIB-, señala.
Señaló en Globovisión, que el FMI o cualquier ente a través del cual se pretenda abrir oportunidades de financiamiento, exigirá tener una estrategia económica que sea consistente, creible, sostenible en el tiempo y que sea capaz de producir y generar crecimiento económico en un ambiente de estabilidad.