Para la mayoría de quienes residen en el norte de Barquisimeto, concretamente en las parroquias El Cují y Tamaca, es preocupante lo que están obligados a ver diariamente cuando se desplazan por determinadas arterias viales.
En cualquier parte, personas inescrupulosas, simplemente malos ciudadanos, argumentando fallas en el servicio que presta Imaubar, han optado por dejar las bolsas de desperdicio en cualquier parte, sin tomar en cuenta los perjuicios que causan a los demás.
“Esos son unos cochinos que así deben vivir en sus casas y dejan su basura en las calles aprovechando falta de autoridad que les aplique sanciones”, afirmó una mujer mientras observaba un promontorio de bolsas negras en plena intercomunal El Cují-Tamaca.
Y ese negativo espectáculo prácticamente es permanente en esa arteria vial, señalándose que la responsabilidad no es sólo de personas residentes en otros sectores sino también de algunos comerciantes.
“Hay que venir un domingo o un lunes para que vean los montones de basura a todo lo largo de la avenida, o en cualquier calle”, dijo otro transeúnte en el sector Sabana Grande.
Pero el basurero público informal, e ilegal, más gigantesco que existe en el norte se encuentra a ambos lados de la carretera El Trompillo-Carorita abajo.
Se trata de una vía convertida en el vertedero más extenso que pueda existir pues a lo largo de unos 3 kilómetros puede observarse todo tipo de desperdicios, incluyendo colchones, muebles viejos y restos de vehículos.
En algunas oportunidades desde Imaubar se han realizado operativos para eliminarlo, recogiendo camionadas de basura, pero en pocos días, gracias a la nula vigilancia por parte de las autoridades policiales, reaparece el basurero con igual o superior tamaño.
“Esto es una vergüenza que tenemos que ver quienes debemos utilizar esta vía para ir o venir a nuestras casas en Carorita; hasta que no pongan presos a varios no se acabará”, dijo un viajero.
Algunos residentes de la zona afirmaron que los malos ciudadanos no sólo dejan las bolsas en horas de la noche sino a plena luz del día, como si estuvieran pensando estar en el vertedero de Pavia.
Agregó que de nada vale recoger las toneladas de basura allí amontonadas si no se establece alguna vigilancia para impedir su reaparición en pocas horas.
