Los habitantes de Río Claro se quedaron sin el servicio de los autobuses que cubren la ruta entre la capital y la parroquia Juares y Barquisimeto debido a la suspensión del mismo por parte de los propietarios.
La decisión fue tomada por la directiva al considerar que sus ingresos por concepto de pasajes no cubren los altos costos que representa el mantenimiento de las unidades.
Fernando Pérez, directivo, explicó que, de 30 unidades que tenía la línea Río Claro, apenas quedan 9 en servicio, pues la mayoría están “arrumados” por tener los motores dañados, falta de cauchos, baterías, o repuestos para repararlos.
Señaló que el año pasado acordaron con las comunidades subir las tarifas a 60 bolívares, pero luego llegaron a la conclusión de que esa cantidad es insuficiente para mantener el servicio y comenzaron a cobrar 100 bolívares.
Eso ha traído como consecuencia sanciones por parte de la AMTT, que ha detenido varias unidades y para evitar ser sancionados optaron por paralizar todos los autobuses.
Pérez insistió en que si no hay un aumento de tarifas no pueden seguir prestando el servicio porque “no dan los costos”.
Puso como ejemplo los altos precios de los repuestos, cuando se consiguen, al punto de que reparar el motor de un autobús representa una inversión multimillonaria.
Al ser consultado sobre los beneficios que para ellos representa la proveeduría de repuestos, respondió que, “eso es puro engaño” pues no consiguen lo indispensable como son los cauchos, baterías, aceite para los motores, bandas para frenos, vidrios y otros implementos necesarios.
Mostró varias de las unidades que permanecen en talleres en Río Claro a la espera de repuestos para ser reparados.
Anunció para mañana viernes una asamblea con representantes de comunidades y la AMTT en busca de un acuerdo sobre tarifas.