La libertad en el mundo experimentó en 2015 un retroceso. Mientras en Latinoamérica se registraron mejoras, la democracia en Centroamérica y Venezuela afronta serios riesgos, según el informe anual de Freedom House publicado hoy.
La organización de defensa de la libertad y la democracia indicó que uno de los acontecimientos más significativos este año ha sido el riesgo al que se enfrentan El Salvador, Guatemala y Honduras, así como Venezuela, del que destaca la «persecución» a la oposición.
El informe de «Libertad en el Mundo» indica que las bandas criminales, la «violencia política y una corrupción sistemática son un riesgo creciente a la libertad y la democracia» en esos países.
El Salvador, por ejemplo, es señalado como uno de los países del mundo con un mayor retroceso en libertades y democracia en 2015, pese a que la nota final para la nación centroamericana es de «libre», frente a las clasificaciones de «parcialmente libre» o «no libre».
En Guatemala, pese a las protestas contra la corrupción que acabaron con el mandato del expresidente Otto Pérez, el informe apunta preocupaciones por la relación del partido del nuevo presidente (Frente de Convergencia Nacional-FCN Nación), Jimmy Morales, con los militares.
Honduras, por su parte, es el que peor nota recibe de los países centroamericanos, con un 45 de un máximo de 100 que correspondería a una nación en la que se respetan todas las libertades civiles y la actividad política libre, reseñó la agencia EFE.
«En Nicaragua, al contrario que en otros países, la principal amenaza a la democracia es la dominación política e institucional del Partido Sandinista», explica el informe.
El país latinoamericano con la peor nota en libertad y democracia es Venezuela, considerado «parcialmente libre» y con una nota de 35, seguido de cerca por Haití (41) y Honduras (45).
Según el informe, «el gobierno del presidente (venezolano), Nicolás Maduro, ha respondido con más represión y persecuciones de líderes de la oposición, al tiempo que amordazaba a los medios».
No obstante, indica que el caso venezolano y la victoria electoral de la oposición en las Legislativas de diciembre es un «aviso a la mala gestión autoritaria» y un ejemplo del «potencial de las elecciones para corregir el rumbo».