Ricardo Urdaneta tiene dos años y quiere ser servidor de María. En la noche del miércoles estaba en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá y escuchó el ruido de unos tambores, salió al patio de la iglesia y cuando fueron a buscarlo ya no estaba, reseñó el portal web de El Pitazo.
Lo único que se supo hasta esta mañana es que una mujer se lo había llevado en un carro por puesto de la ruta que va a La Limpia, en el oeste de la ciudad.
Ricardo Urdaneta tiene dos años y quiere ser servidor de María. En la noche del miércoles estaba en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá y escuchó el ruido de unos tambores, salió al patio de la iglesia y cuando fueron a buscarlo ya no estaba.
Lo único que se supo hasta esta mañana es que una mujer se lo había llevado en un carro por puesto de la ruta que va a La Limpia, en el oeste de la ciudad.
La mujer que se lo llevó y que lo devolvió esta mañana es una “adolescente especial”, dijeron las autoridades y el pequeño pasó la noche en el barrio Torito Fernández.
Hoy lo trasladaron hasta el Comando de Policía Chiquinquirá que queda frente a la Basílica. Ya se lo entregaron a sus padres, Ramón Urdaneta y Eunice González. El párroco Eleuterio Cuevas, los acompañó. El niño está bien, está tranquilo, dijeron los familiares.
La familia de la muchacha que se llevó al niño lo entregó a la policía en La Curva de Molina y fue trasladado hasta el centro de la ciudad. Comentan que vieron llegar a la joven y esta mañana se enteraron “del alboroto que se armó porque había un niñito desaparecido”. Por eso decidieron entregarlo.
Su padre declaró que al niño lo estaban cuidando en el salón de formación de los Servidores de María, que son los hombres y niños que se visten de blanco y cargan a la patrona de los zulianos: La Chinita. Su mamá lo dejó allí mientras hacía el cursillo para su formación.