Naciones Unidas abrió el miércoles una campaña para recaudar 393 millones de dólares en ayuda humanitaria a Afganistán, con la que esperan llegar ese año a millones de personas desfavorecidas.
El coordinador humanitario de Naciones Unidas en Afganistán, Mark Bowden, y el director ejecutivo del país, Abdullah Abdullah, lanzaron la campaña el miércoles en una emisión en la televisora nacional.
El Plan de Respuesta Humanitaria 2016 para Afganistán va dirigido a millones de personas que necesitan comida y otros productos básicos, como refugio, atención sanitaria, nutrición, agua segura y otros productos, dijo Abdullah.
Abdullah dijo confiar en que los países donantes igualen sus compromisos de años anteriores y apoyen a las personas vulnerables del país.
Bowden pidió a la comunidad internacional que «redoble» sus esfuerzos y proporcione «crecientes niveles de asistencia» en los próximos 12 meses.
Afganistán es uno de los países más pobres del mundo y suele sufrir desastres naturales como terremotos y tormentas que desplazan a gente de sus hogares y contribuyen a amplias hambrunas.
Más de 300.000 personas huyeron de sus casas entre enero y noviembre de 2015 debido a los conflictos armados, un aumento del 160% respecto al mismo periodo de 2014, indicó en un comunicado la oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
El 26 de octubre del año pasado, un potente terremoto golpeó la provincia noroccidental de Badakhshan, dejando a unas 130.000 personas necesitadas de ayuda humanitaria.
Por otro lado, cuatro hombres que trabajaban retirando minas y artefactos sin explotar murieron a manos de insurgentes talibanes en el distrito de Gereshk, en la provincia de Helmand, dijo el portavoz del gobernador provincial, Omar Zawaq.
Los trabajadores que retiran minas sufren ataques frecuentes de hombres vinculados con los talibanes, con asesinatos y secuestros, en todo Afganistán.
