Venezolanos viven en un mundo irreal. Que una familia de cinco miembros requiera de 9.7 salarios mínimos para la adquisición de la Canasta Alimentaria Familiar es sorprendente, pero que la diferencia porcentual entre los precios controlados y precios de mercado sea de 2.260,04% es inexplicable, es muestra de un severo desequilibrio en el mercado, el cual impacta fuertemente el bolsillo de los venezolanos.
Al respecto, Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas) comentó que esto es así “por el modelo económico y los múltiples controles del Gobierno”, entre estos el de precios.
Una medida que le resulta inútil al especialista y que considera obedece, no a una situación extraordinaria, sino a un modelo político que establece controles y propugna la presencia del Gobierno en asuntos del mercado, lo que acorrala al sector privado.
-Este control de precios no es una medida a tiempo determinado, sino una importante política del modelo de control del Estado sobre la economía, como parte de su modelo político. Si se castiga la producción nacional, esta cae y si luego te ves imposibilitado a importar, se genera una terrible situación como la de hoy.
Señaló que al no ser posible mantener de manera artificial los precios controlados estos productos desaparecen del mercado. Quienes no pueden acceder a los productos con bajo precio entonces acuden al mercado informal.
La realidad en porcentajes
Si bien es cierto que la harina de maíz precocidad tiene un precio real de Bs. 19, esta se consigue en el mercado en Bs. 69. A esto se suma que el precio regulado del arroz, producto que no escaseaba en el mercado venezolano, pero es fuertemente regulado, marca Bs. 25, pero su precio real en el mes de diciembre fue de Bs. 126. También se puede comprar en Bs. 300.
Acotó que el control de precios tiene una intencionalidad política, tal y como lo señaló el vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz, quien acotó que no se podía eliminar el control de precios por ser este de orden político. Por lo cual, sostiene que los múltiples controles establecidos por el Gobierno, obedecen a razones políticas que afectan la economía.
“Yo no diría que es consecuencia de la ideología, sino de las fantasías animadas de ayer y hoy”, comentó Meza, quien lamentó que las personas se hayan acostumbrado a este diferencial.
“Nadie se pone a discutir con los precios de sobreventa porque al final se cumple el dicho de que “el producto más caro es el que no se consigue”, comentó.
En tal sentido, sostuvo que la crisis del campo no se debe sólo a la falta de semillas, sino también a las múltiples expropiaciones de tierras productivas
Subrayó que los productos que más aumentaron en el año fueron los granos: caraotas, arvejas lentejas, en 1.979,8%.
No obstante, destacó que parte importante de estos granos es importado, ya que no se produce en el país, producto de la falta de semilla y agroquímicos, que también resulta de la expropiación de Agroisleña, ahora Agropatria. Al caer el precio del petróleo y reducirse el ingreso divisas, disminuye la importación y por tanto la oferta, que incide directamente en los precios
El Gobierno expropió múltiples tierras productivas de hortalizas, lo que acentuó la merma nacional del rubro.
Meza sumó que las raíces y tubérculos registraron un incrementó de 565,8% y que los pescados y mariscos aumentaron 551,8%, en tan solo un año.
La carne y sus preparados mantienen una diferencia 486,8%, salsas y mayonesa 413,6%. En este sentido, recordó que la cebolla tenía un valor de Bs. 149 en diciembre de 2014 y en diciembre de 2015 registró un valor de Bs 1.210, lo que representa 852,8% de aumento en un año, lo mismo ocurre con frutas y otros.
Se afectó el modelo productivo
-En consecuencia, si no tenemos semillas, ni apoyo financiero, si la delincuencia afecta los sectores productivos, si los tractores no tienen repuestos, si el Gobierno cuando ve que hay una buena cosecha te expropia, por supuesto que cae la producción de todos los rubros, como una característica del modelo vigente.
Explicó que al mermar la oferta, lo poco que se consigue, sea bueno o malo, se debe comprar al precio que sea, así el diferencial de precios con lo ajustado en la ley sea casi 2.000 veces mayor.
Lamentó que los representantes del Gobierno ni siquiera reconozcan las leyes de la economía o al menos la existencia de inflación, aunque esta la padezcan día a día los consumidores.