El sábado 9 de enero del 2016 la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona del diario EL IMPULSO se vistió de gala con la presentación del concierto del Ensamble vocal Hominis Urbis y las agrupaciones invitadas Ensamble vocal Mesticanto y el Coro juvenil de campanas (núcleo Cabudare).
El concierto se inicia con el Coro juvenil de campanas que conforman un grupo de niñas dirigidas por el profesor José Luis Osal, las ejecutantes dejaron en evidencia su dominio campanil y la capacidad en el manejo de estos nada comunes instrumentos. En general las ejecuciones se resolvieron con gracia y destreza. Aunque la caída de una campana restó momentáneamente integridad sonora a la línea melódica de la obra. Las niñas que vocalizaron comprensiblemente se observó requerían de mucho más ensayo. Detalles insignificantes que no desmejoran para nada la denodada entrega de las niñas por hacerlo bien.
La programación continúa con la presentación del Ensamble vocal Mesticanto, dirigidas por el profesor Behomar Rojas. Todas las ejecuciones vocales estuvieron acertadas en el contrapunto. Y las variadas vocalizaciones interpretadas se desarrollaron sin objeciones. En sentido general lo hicieron, con contadas desafinaciones, bien. Pero parece que el tiempo del montaje de las obras fue insuficiente para afinar detalles.
El elemento central del espectáculo lo constituyó la actuación del Ensamble Hominis Urbi. Un conjunto de voces masculinas de tenores, barítonos y bajos dirigidas por el profesor Henry Quintero, con mucho dominio de la voz. La combinación contrapuntística de las líneas melódicas destacó la calidad de las voces en mantener la variedad sonora de las diversas tesituras vocales. El contrapunto requiere de mucho ensayo y de mucho dominio profesional del canto. Sin ambages, personalmente me impresionaron gratamente las voces de los bajos. Estuvieron estupendos.
Conciertos como este dejan en la audiencia el sabor del buen gusto. La música es un medio para afinar la sensibilidad de la audiencia.
Barquisimeto fue una ciudad en donde semanalmente se montaron muy buenos conciertos. La buena música, como la lectura de buenas obras literarias, son medios excelentes para el desarrollo formativo de la humanidad. No comprendemos cómo la actividad musical en nuestra ciudad haya menguado. Por esto, toda iniciativa que promueva espectáculos como el comentado asume una dignidad especial.
Esperamos que iniciativas como estas florezcan nuevamente. Que instituciones como las Universidades, el Concejo Municipal, La Gobernación del Estado, la empresa privada promuevan programaciones de conciertos de buena música. La chatarra musical que actualmente inunda nuestro medio social está destruyendo los valores sensitivos de la gente, que confundida parece no discernir la situación. Pero si hay otras salidas más sanas y más constructivas.