El año 2015 cerró con 499 horas de Nicolás Maduro en transmisiones en cadena de radio y televisión, desde que asumió la presidencia en 2013. En las primeras semanas de este año ya superó las 500 horas. Todo un récord en una lógica que se inscribe dentro del abuso de poder. En una época que parece remota este tipo de transmisiones se usaban de forma esporádica y para anuncios realmente importantes o en fechas patrias. En los últimos años, en cambio, la cadena pasó a ser parte de la programación habitual, con el gran detalle que al producirse una cadena presidencial la audiencia pierde control sobre lo que ve por la televisión o escucha por la radio, ya que se trata de mensajes obligatorios. La presidencia, cada vez que emite una cadena, le quita potestad al venezolano sobre su libertad de información y entretenimiento.
Durante el año 2015, el presidente Maduro estuvo 146 horas y 39 minutos al aire con este tipo de mensajes. En promedio el presidente habló 24 minutos diarios durante todo el año pasado. Ha pasado a ser un sistema tan de uso exclusivo del presidente, que sencillamente lo usa a su antojo, que en las varias ausencias del presidente Maduro en 2015, en ningún momento el presidente encargado, el vicepresidente Jorge Arreaza, se dirigió al país a través de una cadena nacional. Esto ratifica que este tipo de transmisión de radio y televisión dejó ser una herramienta para la comunicación del Estado, para ser un mecanismo de la comunicación presidencial directamente.
En todo el año 2014 el promedio diario de emisión de estos mensajes fue de 28 minutos. Es decir, en 2015 bajó ligeramente el uso de las cadenas, pero igualmente 24 minutos por día constituye sin duda un uso a todas luces excesivo.
Ahora que se acerca el mes de febrero, hay que recordar que durante el segundo mes del año pasado (2015), el presidente aprovechó el aniversario de las protestas que se activaron en febrero de 2014, en el contexto de “La salida”, para lanzar duros mensajes y descalificaciones a los actores políticos de oposición. El uso político de éstas quedó claro, en febrero del año pasado se usaron 35 minutos diarios de cadena.
Estas cifras del uso de las cadenas de radio y televisión, así como del tiempo adicional que usa el presidente Maduro en sus alocuciones televisadas a través de Venezolana de Televisión, pueden consultarse en la página web http://monitoreociudadano.org así como en la cuenta en Twitter @cadenometro en ambos espacios hay información actualizada sobre lo que sin duda constituye un abuso de poder, que no por cotidiano debemos obviar. La cadena nacional no sólo le quita libertad al ciudadano sobre lo que ve u oye a través de los medios radioeléctricos, sino que también implica una erogación de fondos públicos.
Un cálculo modesto, que ubica en 255.000 BsF el costo por cada minuto de transmisión en televisión, arroja que durante el año pasado esas cadenas de Maduro representaron una erogación de fondos públicos por 2,2 millardos de bolívares. Para que se entienda la magnitud de lo que se destina a estas transmisiones, conviene recordar que todo el presupuesto para la Universidad de Los Andes (ULA), con sedes en tres estados, representó 2,5 millardos de bolívares en 2015.
Las cadenas no sólo son un abuso de poder, sino que en una época de crisis económica como la que se vive simbolizan también el mal uso de fondos públicos que deberían estar enfocados en lo que realmente es prioritario para la nación.