Se debe aprender a sobrevivir durante terremotos

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Eran las 3:23pm del 9 de julio de 1997 en Cariaco, estado Sucre. La maestra Madeleilis Guzmán estaba en una de las aulas de clases de la Escuela Básica Valentín Valiente con sus alumnos. De pronto se escuchó un estruendo y enseguida las columnas de la institución comenzaron a temblar. Unos huían, otros lloraban de desespero. La maestra luego de ponerse a salvo con la mayoría de sus estudiantes, se percató que faltaban dos niñas y se devolvió al aula. Cuando llegó el techo se fue abajo. Ella abrazó a sus alumnas y se encorvó para protegerlas de los objetos y las paredes que podían caerles encima. Luego de más de 30 segundos terminó el terremoto.

Madeleilis se convirtió en una heroína al salvar a sus dos alumnas, pero por no estar preparada para actuar ante un terremoto sacrificó su vida: La estructura de la escuela le cayó encima. Los niños quedaron acostados debajo de los pupitres, que era el único espacio de vida en el salón. Ella por desconocer cómo ponerse a salvo ante un terremoto no sobrevivió.

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Y es que a un terremoto no se le puede huir y menos aún se le puede ignorar. Quien vive en una zona sísmica debe prepararse para enfrentar los posibles movimientos, es necesario dominar el miedo y lograr ponerse a salvo en un sitio hasta que pase.

Venezuela es un país sísmicamente activo porque está ubicado donde convergen las placas tectónicas del Caribe y  Suramérica, que constantemente están en movimiento. Además el país está afectado por tres fallas geológicas: la de Boconó que cubre 400 kilómetros desde Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Yaracuy, Aragua y Carabobo. La de San Sebastián que abarca todo el Litoral Central y El Pilar, la más activa, ubicada en el oriente del país, en los estado Sucre, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro.

El ingeniero Lermis Figueira, geólogo de Funvisis, aclara que los sismos no tienen nada que ver con el clima, solo se trata de la actividad de las placas tectónicas y que a diferencia de otros fenómenos como los huracanes no se pueden predecir, por eso lo mejor es tratar de prepararse para sobrevivir cuando lleguen. “Lo ideal es que cada persona tenga un plan de riesgo, sea escrito, dibujado o mental de su casa, trabajo y el resto de los lugares que frecuenta; para ponerte a salvo en caso de un temblor”.

Cuando se está en el trabajo en medio de una oficina y ocurre un terremoto los sitios más seguros son junto a una columna o debajo de una viga, porque esa columna de cabilla recubierta de concreto no cae y la viga servirá como soporte del techo. La otra opción es meterse debajo de una mesa porque esta soportará los objetos que caigan, incluso si cae el techo y ésta es resistente. “La idea es acostarse debajo de la mesa, si a nivel del piso te ocurre algo es porque no había manera de salvarse, la mesa va a servir de soporte”, detalla Figueira.

La otra alternativa en los sitios cerrados es parase debajo de los marcos de las puertas. “En caso de no tener puertas o mesas que puedan sostener lo que caiga del techo lo que queda es tirase al suelo en posición fetal con el costado izquierdo al suelo para proteger el corazón y el bazo, que es la víscera vascular de muchos vertebrados situada en la región del hipocondrio izquierdo, la cual desempeña diversas funciones relacionadas con la sangre y el sistema inmunológico. “El costado derecho puede sufrir lesiones, pero las probabilidades de morir son menores porque los órganos vitales están del lado izquierdo”.

En la calle

En la calle debe protegerse de los objetos elevados, entre ellos los cables elevados sea tendido eléctrico, telefónico o cualquier otro. “Son mortales porque si se revientan pueden decapitar a las personas o electrocutarlas”.

Las edificaciones con vidrios son otro punto de cuidado porque con el movimiento los cristales se parten y al caer al suelo también resultan mortales. “Las normas de este tipo de construcciones dice que en la salida principal de estos edificios debe haber un saliente de concreto para protegerse de los cristales, lo mejor es ubicarse en ese lugar para estar protegido”.

Los árboles frondosos también son de alta peligrosidad porque por la dureza del tronco se parten más rápido y pueden caer y aplastar a las personas. También hay que cuidarse de las ramas secas porque son las primeras en caer. También se debe tener cuidado con los semáforos porque los soportes de las luces se caen. Los avisos de señalización de gran tamaño también se van al suelo porque son pesados.

De estar conduciendo lo lógico es estacionarse, subir los vidrios del carro y esperar a que pase el movimiento, porque dentro del carro estará protegido de los objetos que caigan a la calle. “Existen personas que se desesperan y aceleran, pero lo mejor es estacionarse porque se puede perder el control con el sacudón, además se puede arrollar a las personas que corren o caminan”.

Recomienda Figueira que de encontrarse en un lugar cerrado y de capacidad masiva como un cine o iglesia lo mejor es acostarse debajo de los bancos, porque ese es el espacio de vida en esos sitios.

En la casa

Señala que en la casa los lugares más seguros son los baños porque se trata de cuatro paredes muy cercanas con columnas y vigas que pueden soportar cualquier objeto que caiga. “Muchos dicen que las porcelanas pueden salir expelida, pero no es posible porque en un baño no habrá compresión durante un terremoto porque las columnas las liberan”.

Otra opción es acostarse al lado o debajo de la cama o sofá. También puede meterse dentro de un closet. “Lo primero que se debe hacer es evitar lámpara colgantes, espejos y ventanas con vidrios”.

Sobre los ascensores consideran que ofrecen seguridad porque se trata de cuatro paredes con viga y columnas parecidas a las estructuras del baño. “Si se está fuera del ascensor no se debe correr a él, pero si se está dentro no se debe entrar en pánico, sino quedarse allí porque las paredes ofrecen seguridad. “En el terremoto de 1967 en Caracas, una mujer sobrevivió encerrada en un ascensor del edificio San José de Los Palos Grande, aún cuando esta edificación se desplomó por completo”.

De estar en la zona costera se debe estar pendiente con las alertas de tsunami. “Son las de gran altura y se originan cuando los epicentros de los terremotos ocurren en el mar. Lo recomendable es alejarse de la playa hacia lo más alto posible. En Venezuela y las islas del Caribe llevamos 3 años haciendo desalojo de la costa para preparar a la gente sobre cómo actuar ante esta alerta, el próximo 25 de marzo será la cuarta ocasión”.

Venezuela puede sufrir un terremoto de altas magnitudes

La doctora Griselia Bohórquez, médico especialista en emergencias de la Ucla, comenta que la población ha  aprendido de los eventos sísmico especialmente con los más recientes como el de Caracas en 1967.  “Reconocimos que la estructura debían se reforzadas porque debían mantenerse en pie con los movimientos, se crearon las normas Covenin que establecen el ajuste a esas condiciones y se creó un organismo que estudia estos eventos, que es lo que conocemos  hoy como Funvisis”.

Agrega que con el terremoto de Cariaco surgen las normas de las edificaciones educativas y el mobiliario que se debe tener y sobre todo el tema de autoprotección que es lo más importante. Surgen los talleres para capacitar las comunidades. “Los talleres son vitales porque la falta de información hizo que hubiera más muertes en Cariaco.

El geólogo Lermis Figueira puntualizó que con el terremoto de El Tocuyo en 1950 se aprendió a que debían hacerse construcciones con vigas y concretos porque más de 20 personas fallecieron al desplomarse paredes.

Aprendimos de los sismos

La doctora Griselia Bohórquez, médico especialista en emergencias de la Ucla, comenta que la población ha  aprendido de los eventos sísmico especialmente con los más recientes como el de Caracas en 1967.  “Reconocimos que la estructura debían se reforzadas porque debían mantenerse en pie con los movimientos, se crearon las normas Covenin que establecen el ajuste a esas condiciones y se creó un organismo que estudia estos eventos, que es lo que conocemos  hoy como Funvisis”.

Agrega que con el terremoto de Cariaco surgen las normas de las edificaciones educativas y el mobiliario que se debe tener y sobre todo el tema de autoprotección que es lo más importante. Surgen los talleres para capacitar las comunidades. “Los talleres son vitales porque la falta de información hizo que hubiera más muertes en Cariaco.

El geólogo Lermis Figueira puntualizó que con el terremoto de El Tocuyo en 1950 se aprendió a que debían hacerse construcciones con vigas y concretos porque más de 20 personas fallecieron al desplomarse paredes.

 

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