A Ernesto Mayz Vallenilla, In Memorian Alberto Castillo Vicci
Para continuar exponiendo las ideas de Mayz sobre la razón o logos meta-técnico, debemos repasar algunas obras anteriores a los Fundamentos de la metatécnica, del mismo autor: Ratio Technica (1980) y Esbozo para una crítica a la razón técnica (1974), en las cuales Mayz recoge su pensar sobre la técnica y su inquietud por la ausencia de una crítica a la razón técnica, como lo había hecho Kant para la razón pura y la razón práctica. Observa que la razón técnica es histórica, depende del hombre y su historia, no dispone de categorías constantes, absolutas quizás, como las que devela Kant para la razón, y así dice Mayz (1974):
En tal sentido, en lugar de afirmar el absoluto ahistoricismo de semejante logos o ratio, como era por ejemplo la pretensión de Kant o de Descartes al hablar de razón humana, es necesario admitir la esencial historicidad de tal razón, su indispensable variabilidad, su necesaria individuación en cada época.
En la Ratio Technica , Mayz argumenta que la razón técnica es en verdad, como dice Heidegger, la racionalidad predominante en el mundo actual, nuestro modo de pensar, y que ha dado lugar al imperio de la tecnociencia en la cultura del hombre occidental.
Puesto que el hombre es finito y está sujeto al dominio de las fuerzas del cosmos, su respuesta a la finitud natural es la voluntad de poder manifestada con lo artificial, para imponer su reforma a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades, como bien lo dice José Ortega y Gasset , y que se expresa en la técnica para organizar y llevar a cabo un proyecto antropogónico; es decir, la propia subjetividad que impone a la naturaleza el dominio humano, desarrollando un saber hacer que se manifiesta en o que se llama la tecnociencia; y es ésta la razón técnica, la manifestación de tal subjetividad. Pero, como destaca Mayz y antes vimos, la razón técnica tiene carácter histórico, por lo que está sujeta a transformaciones y hasta revoluciones que pueden cambiar radicalmente sus paradigmas.
De aquí que cabe observar en nuestros propios días un cambio radical en la razón técnica, que la trasciende revolucionariamente. El cambio de una razón a una transrazón desprendida de toda la subjetividad a que le dio origen a la razón técnica anterior. Una dinámica del pensar que en ningún sentido puede declararse estancada o limitada al imperio de la tecno-ciencia porque va a necesitar de un nuevo pensar para su inteligibilidad, un nuevo logos, una nueva sintaxis ordenadora del conocimiento, una nueva metafísica. Y es aquí donde Mayz diferencia su pensamiento con el de su maestro Martin Heidegger.
Hasta el presente, la razón técnica o ratio technica, consubstanciada con la subjetividad hombre, depende de lo sensorio humano, pues tiene eje y base en la naturaleza humana y sus limitaciones somatopsíquicas, que Mayz caracteriza como antropomórficas, antropocéntricas y geocéntricas.