Un adolescente de 17 años de edad y Yonathan Eduardo Marchán Rivero, de 23 años, fueron asesinados a las 3:00 de la madrugada de este domingo en San Lorenzo, callejón 6, calle 5-A, zona norte de Barquisimeto.
A ambos le dieron un disparo en la cabeza, dejándolos sin vida al instante. Los familiares del menor de edad señalaron, mientras esperaban la entrega del cadáver en las adyacencias de la morgue, que el suceso ocurrió a la salida de una fiesta en el mismo barrio.
La madre del muchacho le había dicho que no fuera a la fiesta porque era peligroso pero él insistió, le pidió la bendición y se fue. En plena madrugada sonó su teléfono celular, le avisaron que su hijo estaba tirado en la acera, ya no podía hacer nada por salvarlo.
Los familiares dijeron no conocer a Yonathan, la otra víctima, suponen que era otro asistente de la fiesta. A ninguno de los dos les robaron sus pertenencias, desconocen lo que pudo haber sucedido.
El adolescente vivía con sus padres, no tenía un trabajo fijo pero hacía mandados a los vecinos y reparaba artefactos para ganarse la vida. Los parientes indicaron que “estaba tranquilo” y no le conocieron amistades perjudiciales.
Es la segunda vez que la familia pierde a un integrante de manera violenta. En septiembre de 2014 asesinaron a un primo del menor en Yaritagua, estado Yaracuy en un acto considerado como un ajuste de cuentas. Familiares consideran que la justicia la hará Dios.
Detectives del Cicpc investigan el doble homicidio.