La pasada semana las cuatro federaciones que representan a los trabajadores de la construcción en el país, presentaron a la Cámara Venezolana de la Construcción y a la Cámara Bolivariana de la Construcción el proyecto de contratación colectiva, la anterior vencida desde septiembre de 2015, el cual además de múltiples beneficios sociales propone un aumento salarial del 110%.
Al respecto, fue consultado Frank Mendoza, presidente de la Cámara de Construcción en Lara, quien recordó que este porcentaje acarrearía importantes incidencias, complejas de cubrir con las actuales condiciones del sector.
Expresó que la propuesta formulada por los trabajadores, que comprende un aumento salarial que comienza a correr a partir de enero de 2016, como primera entrega de un incremento fraccionado en fechas determinadas, se encuentra en fase de análisis. No obstante, los trabajadores no sólo se refieren a salarios, sino también a otras cláusulas sociales de dotación de equipos e implementos, inventario, transporte y otros, que hacen aún más complicado el reconocimiento de dichas exigencias.
-Nuestro sector está extremadamente deprimido. Las constructoras tienen varios años afrontando situaciones de gran complejidad, por múltiples razones: inversiones reducidas, una importante escalada en las invasiones, los problemas generados por los decretos AVIVIR (Áreas Vitales de Vivienda y Residencia), se han registrado dificultades con el suministro de materiales básicos, sumado al monopolio del gobierno con estos… Una serie de problemas que asfixian y ahogan al sector.
El representante del patrono de la construcción en la región reconoció que el contrato anterior tiene varios meses de vencimiento, lo que trae como consecuencia el atraso de otras tantas conversaciones. Sin embargo, subrayó que en esta ocasión el Gobierno nacional no tomó la previsión de nombrar con antelación la comisión negociadora, la cual se debía instalar seis antes de octubre.
Para Mendoza, se requiere de “una revisión en el modelo económico que durante diecisiete años ha sido un fracaso”.
El sector construcción carece de medios para obtener dólares que les permitan repotenciar los equipos obsoletos con que trabajan, sumado a que componentes electrónicos para sistemas como el de los ascensores son netamente importados, al igual que la cablería y otras rubros.
Comentó que la problemática económica del país no se debe únicamente a la caída en los precios del petróleo, sino también al modelo político.
No todos devengan mínimo
Mendoza explicó que no todos los trabajadores del sector construcción devengan sueldo mínimo. Sólo reciben éste ocho clasificaciones de personal, por lo cual no sería cierto que el sector en general gane Bs. 9.648,18.
Apuntó que bien existen otros cargos que perciben un monto superior a este, también es ciertos que la inflación ha “consumidos” los salarios a todos los trabajadores del país.
Subrayó que a pesar de la crisis por la cual atraviesa el sector, las empresas constructoras y el gremio reconocen que están en el deber y cuentan con la disposición para resolver dicha problemática, por lo cual también se mantienen en conversaciones con representantes de los sindicados.