Los ministros de Exteriores de Argentina y España coincidieron el lunes al pedir «un camino de diálogo» para Venezuela que permita superar la «profunda crisis» económica e institucional de ese país, agravada desde las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
«Estamos convencidos de que Venezuela necesita encontrar un camino de diálogo, un camino de apertura sobre las bases de las últimas elecciones en las que el poder ejecutivo está en unas manos y el legislativo en otras», afirmó la ministra de Exteriores argentina, Susana Malcorra, durante una comparecencia ante los medios en Madrid.
«Queremos facilitar un diálogo que permita solucionar la situación económica venezolana, que el presidente (Nicolás) Maduro ha calificado como una situación de emergencia nacional», declaró el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.
Estas intervenciones se produjeron después de que los dos ministros se reunieran el lunes por la mañana en Madrid para abordar el tratado de libre comercio que se está negociando entre la Unión Europea y los países del Mercosur.
Es la segunda visita en pocos días que un miembro del nuevo ejecutivo argentino del presidente Mauricio Macri (conservador) hace a España, después de que el ministro de Turismo, Gustavo Santos, participara el 21 de enero en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid.
El presidente Macri tiene «una agenda clara» respecto a las relaciones internacionales, basada en «dialogar con todos» y «mantener los principios (de defensa de los) derechos humanos», aseguró la ministra.
Unos principios que le hacen observar «con cierta preocupación lo que está sucediendo en Venezuela», añadió sobre la crisis política del pais, agravada por la pérdida de hegemonía del chavismo en el Congreso en las elecciones de diciembre.
La ministra argentina también expresó su voluntad de reforzar los vínculos con España.
«Hay muchos mecanismos de diálogo bilateral, pero estaban congelados desde hace tres, cuatro o cinco años», declaró.
La buena sintonía entre los dirigentes argentino y español contrasta con la tensión diplomática entre el gobierno en funciones de Mariano Rajoy y el presidente venezolano Maduro, que calificó la semana pasada al jefe del ejecutivo español de «intervencionista, racista y colonialista». Estas declaraciones provocaron que el jefe de la diplomacia española convocara al embajador venezolano en España.
