Para celebrar los 58 años del derrocamiento de la última dictadura militar, los partidos de la Mesa de la Unidad Democrática celebraron una asamblea de ciudadanos en la plaza Pedro León Torres, en la carrera 19 con calle 23.
Allí, además de dirigentes de las agrupaciones y diputados, regionales y nacionales, estuvieron como oradores algunos jóvenes víctimas de la represión durante las protestas de hace dos años, y luchadores sociales.
Pese a los candentes rayos solares, numeroso público se dio cita en el espacio para escuchar a los oradores.
El primero en hablar fue Eisler Vásquez “El Morocho”, quien, en abril del 2013, en la avenida Venezuela, recibió un balazo en el rostro que ya ha ameritado dos operaciones y le faltan otras dos.
Además de referirse a su caso, también habló de otros jóvenes, supuestamente víctimas de torturas, físicas y sicológicas, mientras permanecieron detenidos en el De stacamento 47 de la Guardia Nacional, en la avenida Morán, entre ellos dos muchachas.
“Debemos trabajar por la aprobación de una ley de amnistía”, afirmó.
Le siguieron en la palabra otros líderes estudiantiles, comunales y sindicales, así como los diputados Daniel Antequera, Filis Peña Canelón, Macario González, Alexander Camacho y Luis Florido.
Para el coordinador de la MUD, Venezuela está viviendo una situación complicada pues “a 58 años del día en que Venezuela celebró la libertad, seguimos recorriendo el país pidiendo libertad”.
Macario fue enfático al recordar a Lavoe en uno de sus temas según el cual, “todo tiene su final, nada dura para siempre” y “a los fanfarrones que decían que gobernarían para siempre, les está llegando suj final. Ya tumbamos uno, Diosdado, vamos por el otro, Maduro, por la vía democrática y constitucional”.
Camacho enfatizó en que el 23 de enero fue muy importante para Venezuela y para Latinoamérica.
Además, el 6 de diciembre nos regaló diputados dispuestos a luchar por el pueblo venezolano.
Luis Florido, al intervenir, explicó que ellos sabían que en la ANl no los iban a esperar con los brazos abiertos, que no les iban a poner las cosas fáciles.
Se refirió a la tortura a los disidentes que, afirmó, sigue aplicándose en el país, poniendo el caso de un joven en Valencia a quien, mientras estuvo detenido, le daban con un bate de béisbol en el pecho, y el de Manuel Rosales, que no le dejan ingresar medicinas, lo que ha ocurrido con Lilian Tintori y Antonieta de López en Ramo Verde.
“El 6 de diciembre el pueblo habló y le dijo al país, hay una forma distinta de conducirlo y eso lo están viendo en la Asamblea Nacional”, expresó
“En la Asamblea nos estamos divirtiendo, la estamos pasando bien; es muy sabroso verle la cara a Diosdado Cabello, que no puede hacer nada, a Cilia Flores, a Pedro Carreño, cada vez que los derrotamos en una votación, aunque no somos como ellos”, expresó.