Si existe una entidad dedicada al control monetario, como el Banco Central de Venezuela (BCV), con herramientas, medios y posibilidades para dictar medidas puntuales y oportunas, por qué el rumbo económico de la nación se aprecia tan accidentado. Esa, es la pregunta de muchos venezolanos.
Según el artículo 318 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), las competencias monetarias del Poder Nacional son “ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela”. El objetivo fundamental del BCV será entonces “lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la moneda unitaria”. La ley lo expresa claramente, pero especialistas y ciudadanos que día tras día sufren la inclemente inflación sostienen que la realidad es otra.
Sobre este respecto Juan José Pérez Sánchez, economista, docente y jefe del Departamento de Economía de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), manifestó que los bancos centrales, como institución presente en múltiples economías del mundo, tienen como función: regular la cantidad de dinero en circulación y preservar el valor de la moneda. Por ello, que la entidad venezolana goce de medios que le permitan, por ejemplo: regular a los bancos la cantidad de dinero a prestar a través de créditos, normar las tasas de interés e indicar el encaje legal o la cantidad de dinero que deben tener en reserva de manera inmovilizada en las bóvedas del BCV.
Pero, si es su potestad realizar estas maniobras, por qué la inflación crece de manera desmedida.
Errores que llevan a la inflación
Al explicar por qué dicho índice continúa en ascenso, al punto de acercarse al estado de hiperinflación, el economista y exjefe de la División de Riesgo Cambiario del BCV, Orlando Zamora, toma como variables mínimas la experiencia fallida del costoso modelo de Gobierno, la destrucción del sistema de reservas internacionales y las acciones irresponsables del Banco Central de Venezuela al emitir dinero sin respaldo.
Sostiene que fue “un grave error” crear un sistema alterno de economía centralizada, el cual formó una base industrial sobre un pedestal falso, en el que el Estado se convirtió en un mal empresario.
“Se destruyó una parte importante de la oferta de bienes del aparato productivo y el BCV, en vista de que Pdvsano cumplía con sus excesivos compromisos, auxilió a la petrolera a través de la impresión sin respaldo de dinero, por medio de la interpuesta acción de tesorería nacional”.
El exjefe del BCV manifestó que el Ejecutivo dilapidó grandes sumas de dinero y destruyó el sistema de reservas internacional al impedir la centralización de las divisas. Al adquirir Pdvsa la capacidad de manejar estas, se produjo una violenta fuga de dólares. El Fondo Nacional de Desarrollo Endógeno (Fonden) absorbió $132 mil millones, por lo que no se crearon nuevas reservas ni se reprodujeron a través de la inversión.
En la actualidad no se cuenta con suficientes fondos, debido a que el oro actualmente representa el 80% del acumulado. Los activos líquidos son inferiores al 18% del total.
A esto se suma que el BCV ha agotado el 80% de los depósitos especiales de giro, como mecanismos que permiten convertir los derechos venezolanos en dólares. Sólo en 2015 consumió $1.600 millones y restan menos de $1.000 millones.
Los bonos convertibles líquidos han sido empleados para el pago de la deuda, además que a febrero de 2016 se deben pagar $2.000 millones en intereses y antes de concluir año se deben cancelar casi $9.000 millones. La situación se vuelve compleja, si se aprecia que el BCV no cuenta con capacidad de generación.
Vale destacar que sólo en 2015, el BCV recibió cerca de $13 mil millones de dólares. Si los ingresos superaron los $30 mil millones, Pdvsa fue quien empleó esa diferencia de recursos, lo que genera desequilibrio y fallas en el manejo de reservas.
No se respeta la Unidad del Tesoro
Al consultarle al economista, Juan José Pérez, sobre la problemática ocasionada por la no centralización de las divisas por parte del BCV, subrayó que tanto la constitución como las leyes referidas al caso determinan que en el país se debe cumplir el principio de la Unidad del Tesoro, que establece que el dinero debe hallarse resguardado bajo una misma figura. Recalcó que así lo cumplen los países signatarios del Fondo Monetario Internacional.
“En Venezuela no se depositaron el total de divisas captadas por Pdvsa en el BCV… Mediante leyes habilitantes se dictó que una parte de estas fuese dirigida al BCV y las otras a los fondos especiales, que por ser especiales no poseen mayor control”.
Para realizar movimientos en las cuentas de fondos especiales se requiere la autorización del Presidente de la República, por lo cual señaló que el esquema de divisas nacional está diseñado en un porcentaje para el país y el otro para el Ejecutivo nacional, a fin de atender programas sociales, adquirir equipo militar, ayuda internacional, expropiación de empresas y otros, mientras se genera un desequilibrio monetario.
Estos gastos no se hallan expresos en leyes ni presupuestos, sino que se realizan según la voluntad del presidente.
El error del financiamiento
Sobre las razones por las cuales el BCV financiaría el déficit fiscal, Pérez Sánchez indicó que esto ocurre bajo la apariencia de legalidad.
“Pdvsa recibe dólares y esta debe entregárselos al Banco Central, para que sobre la base de estos, se imprima cierta cantidad de bolívares con respaldo en dichos dólares. En la realidad, Pdvsa en vez de entregar dicho dinero en efectivo entrega un bono a fecha posterior por una cantidad determinada de dólares, por lo que termina siendo una promesa de pago”, manifestó.
En este sentido, precisó que al pasar los años sólo se introducen bonos, pero no los dólares, por lo cual la moneda nacional emitida se emite sobre una base ficticia, de lo cual resultan “unos papeles que circulan en la calle sin valor alguno: los bolívares”.
Acotó que dicha práctica es prohibida por la CRBV y forma parte de las medidas básicas de la macroeconomía en el mundo, a fin de evitar el incremento de la inflación, a través de la impresión de dinero inorgánico.
“EL BCV tiene prohibido hacer múltiples cosas, que se han hecho con disfraces de legalidad, que dan apariencia positiva a acciones sumamente dañinas para la economía venezolana”, manifestó.
Por su parte, Orlando Zamora comentó que el Estado ha crecido más de los que puede percibir, sumado a que dicha falta es recurrente. Al proceso de financiación de dicha falta se le conoce como “monetización del déficit”. La cuota que el Estado no puede cubrir dentro de sus funciones, se cancela emitiendo dinero sin respaldo.
“La constitución es muy clara y la misma Ley del Banco Central también, al prohibir de manera terminante que este acuda en asistencia para cubrir déficit del Estado… Se ha violentado recurrentemente lo que la ley determina y el BCV se ha convertido en suplidor de recursos para el Ejecutivo, incumpliendo con las disposiciones legales. Se crea un grave problema, porque al haber capacidad de compra, pero no de producción, se generan desequilibrios”.
En la actualidad, la economía venezolana experimenta 10 años de aumento de la demanda agregada, de elevados presupuestos, altísima inversión pública, elevadas remuneraciones salariales, bajas tasas de interés y un tipo de cambio sobrevaluado. El Estado se dedicó a sobreestimular la capacidad de compra, sin impulsar el aparato productivo, ya que las empresas creadas por el Estado han sido señaladas de deficitarias.
Se registran más gastos y compromisos, junto a una fuerte caída del precio de barril de petróleo, lo que ha sido determinante para “dejar al descubiertos los manejo erráticos que se han hecho de la economía”.
Tasa de la masa monetaria
Al consultarle Zamora sobre la tasa de aumento de la masa monetaria por año, señaló que es complejo establecer una cifra exacta. Sin embargo, es precisó agregar que la ampliación es elevada, puesto que el incremento ha sido reiterativo.
“El BCV ya está sobre Bs. 1 billón de dinero creado de forma inorgánica, como resultado de la acumulación de dinero que ha generado el Banco Central. Una parte está recogida en la base monetaria y la otra en los activos que el Banco Central se ha visto obligado a crear para suministrarle recursos al Estado”.
Se ha perdido el equilibrio entre las reservas internacionales y la base monetaria, lo que es considerado por los economistas como grave.
Uno de cada cuatro bolívares que componen la liquidez monetaria fue creado por a través del referido mecanismo de expansión.