Los pacientes renales del occidente del estado Lara, concretamente de los municipios Torres, Andrés Eloy Blanco, Morán y Jiménez, tendrán que continuar resignados a padecer todo tipo de dificultades y depender de Barquisimeto para recibir los respectivos tratamientos que les permitan seguir con vida.
Todo se debe a que, hasta ahora, ni en el Gobierno Nacional ni el regional, y mucho menos en los municipales, se han preocupado por su suerte en lo que respecta a dotarles de algo tan indispensable para ellos como las unidades de diálisis.
En el hospital Egidio Montesinos, de El Tocuyo, en el 2001, cuando Pedro Alastre era alcalde de Morán, se inició la construcción de la unidad de diálisis que serviría, no sólo para los pacientes de ese municipio sino también para los de Andrés Eloy Blanco y Jiménez.
Estos se alegraron porque, al fin, no tendrían que viajar continuamente a Barquisimeto para ser dializados.
Lamentablemente, apenas construyeron, no del todo, el inmueble que serviría de sede a ese servicio, pero lo dejaron abandonado, lo que aprovecharon delincuentes para robarse lo que consideraran de valor, como el cableado.
Gudilio Lucena, del sindicato de trabajadores asistenciales, calcula que sólo de Morán, más de cien personas se beneficiarían con ese servicio.
En la actualidad siguen viajando a Barquisimeto y, afortunadamente, la gobernación les aportó un vehículo para el traslado, lo que disminuye los gastos.
“Pero ni en la gobernación ni en el ministerio de la Salud se han vuelto a acordar de la unidad de diálisis de El Tocuyo.
Igual situación en Carora
También en el hospital Pastor Oropeza de Carora se inició hace unos cuatro años, luego de muchas gestiones y promesas, la construcción de la unidad de diálisis.
Gerson García, luchador social del municipio Torres, recuerda que la obra se inició con recursos de la gobernación y el Gobierno Nacional.
“Pero como que se acabó el dinero y no inyectaron más, dejando con las esperanzas frustradas a un gran número de mujeres y hombres que dependen de la diálisis para seguir viviendo”, señala.
Indica que los gastos que para ellos representa cada sesión son altos pues, además del transporte, deben cubrir su estada en Barquisimeto.