“Ah mundo, esto es grande, esto es maravilloso, que nos visite la Divina Pastora después de tanto tiempo es algo que estuvimos esperando durante años”.
De esa forma se expresó Altagracia Osal cuando en una de las curvas de la bajada de la Pila Lara pudo ver el Pastora móvil con la imagen de la patrona de los larenses.
En realidad fue un trascendental acontecimiento para las familias residenciadas en Pila Lara y Cuesta Lara la visita que este lunes les hiciera la imagen de la Divina Pastora que hasta el martes tendrá como albergue la iglesia Inmaculada Concepción.
Este martes la llevaron hasta el Colegio Inmaculada y luego hizo el recorrido por las comunidades indicadas en ruta hacia la capilla San Martín de Porras donde, luego de algunos minutos, regresaría a la iglesia Concepción, para luego trasladarse hoy a la iglesia San Francisco de Asís (antigua Catedral), en la calle 26 entre 15 y 16. Allí estará hasta el siguiente día, continuando su recorrido hacia la iglesia Nuestra Señora de Altagracia, calle 20 entre 19 y 20.
Tanto en La Pila como en la Cuesta Lara, los altares frente a los hogares familiares fueron numerosos, y en uno de ellos le esperaba la imagen de San Antonio y en otro la de San Martín de Porras.
En todo el recorrido se escuchaba el himno a la Virgen, mientras el cura párroco de Concepción, Alfonso Rojas, saludaba y bendecía a los feligreses que participaban en la procesión.
El tránsito automotor procedente de La Ribereña estaba impedido desde temprano y luego se hizo lo mismo con el que se desplazaba hacia la avenida.
La emoción era intensa entre quienes la contemplaban desde lejos, y algunos se acercaban al vehículo que le transportaba para tocar el cubículo protector.
“Hacía como 30 años que no la veíamos por aquí. Por eso estamos tan emocionadas, porque ella nos trae bendiciones, paz, y mucha alegría, manifestaban Lucinda Barreto, Rosario Castro de Osal y Carla Giménez, quien tuvo la oportunidad de presentarle su niña recién nacida y pedirle su protección.
En la bajada hacia el sur hubo varias paradas, especialmente frente a aquellas casas donde había modestos altares con la imagen de la virgen.
Fue un día de fiesta para los vecinos que, unidos, lo celebraron con el canto a coro del himno de la Pastora todo el tiempo.
“Esta es una barriada de mucha tradición pastoreña y en cada casa hay una virgencita para su protección”, decía Lucinda Barreto mientras confirmaba sus 63 años, todos en Cuesta Lara.
“Todos en la familia somos devotos de la Virgen y cada 14 de enero estamos en Santa Rosa para acompañarla un rato, mientras podamos, pero hoy la tenemos aquí con nosotros, aunque sea solamente por unos minutos. Es que se ve tan hermosa, tan linda, tan bendita”, expresó Rosario sin poder ocultar su emoción.
En el recorrido hubo dos momentos especiales que llamaron la atención de los acompañantes: cuando una pareja cargó en hombros la imagen de San Antonio que estaba en uno de los lugares y lo presentó a la de la Divina Pastora, y el otro estuvo a cargo de una señora con la de San Martín de Porras.
En el último tramo de la procesión, la multitud, con la anuencia del padre Alfonso, sacó la imagen del Pastora móvil y un grupo lo cargó en hombros hasta la capilla de San Martín de Porras.
“Que ella nos traiga la paz que a veces se pierde en la barriada por culpa de algunos que no saben vivir en comunidad, para que siempre haya tranquilidad y podamos disfrutar sanamente, como familias”, dijo por su parte una señora que sólo se identificó como Juana Pastora.
Mientras el padre Alfonso, complacido por la manifestación de fe mariana que estaban protagonizando los vecinos de la Pila Lara y la Cuesta Lara, a pesar de los candentes rayos solares que les hacían sudar copiosamente.
