Una planta de zinnia le trajo un regalo a la Estación Espacial Internacional: dio una hermosa flor naranja y amarillo.
El comandante de la base orbital, Scott Kelly, mostró los resultados de su labor de jardinería espacial durante el fin de semana al publicar fotos de la flor en su cuenta de Twitter.
«¡Esto demuestra que sí hay otras formas de vida en el espacio!», bromeó Kelly en su tuit.
El mes pasado, Kelly tuvo que eliminar el moho que amenazaba con matar algunas plantas en el pequeño invernadero de la base. El centro de control le dio plena autorización para la actividad y Kelly logró salvar parte de los cultivos. Este tipo de jardinería autónoma será necesaria durante las expediciones a Marte, señaló el astronauta.
Hace poco el experimento para cultivar plantas obtuvo una lechuga romana roja. El equipo de la estación espacial probó algunas de las hojas.
Las zinnias no son meramente decorativas: La NASA dice que son un buen precursor para cuando se decida cultivar tomates, un proyecto pautado para 2018.
En 2012, Donald Pettit, astronauta de la estación espacial internacional, logró cosechar un calabacín y relató los pormenores en su blog, «Diary of a Space Zucchini».
El próximo huerto espacial, que deberá despegar pronto con el cohete SpaceX, contendrá retoños de repollo y más lechugas.